Brillante, excelente, excepcional, impresionante y exquisita genialidad del adorado Ricky Gervais. Admirable trabajo, tanto a nivel de dirección como de interpretación, guión y producción.
Gervais es un auténtico maestro a la hora de sensibilizar y rasgar el alma de cualquiera de nosotros.
Derek dibuja a la perfección una de las secciones de la sociedad más ignoradas, el tétrico y a la vez maravilloso mundo de los ancianos...
Por sorpresa de muchos, Ricky trata el tema con una delicadeza extrema y elegante. La calidad humana de sus personajes, enamora al espectador desde el primer momento.
Gervais interpreta a Derek, un personaje entrañable, con una mirada ingenua, honrada y desinteresada de nuestra existencia. Individuo que resalta por su simpleza y honestidad.
Con cada episodio de Derek, nos suministra una lección filosófica y de valores humanos. Nos deja paralizados emocionalmente con cada escena y nos regala un genuino aprendizaje de la crudeza de la vida y de la acritud de este mundo banal en el que vivimos.
Derek, al igual que muchas otras series, debería ser una materia obligatoria en las escuelas e imprescindible en la educación de los humanos.
Serie transgresora que explota el humor mordiente marca de la casa para profundizar en las entrañas de la sociedad. Un drama con golpes de humor negro e inteligente que nos hace reflexionar sobre temas profundos, sobre la moralidad humana y las patéticas imposiciones de la sociedad.
Aunque a algunos les pueda parecer una comedia, Derek es un compungido, lloroso y triste drama. Derek es una obra maestra muy dura para nuestra psique íntima y nuestra sensibilidad.
El ingenio Gervesiano, distorsiona la realidad disfrazándola de humor negro y a través de esta técnica consigue plasmar la autenticidad de nuestra raza.
Serie altamente recomendada y repleta de una elevadísima inteligencia emocional pero dirigida a un público exclusivo, capaz de abrir su mente, de reflexionar y de soportar los duros golpes que te dispara en la emociones más profundas y viscerales.
