Killer (Alice Cooper album) (Photo credit: Wikipedia)
Alice Cooper lanzó en 1971 el primer álbum que le llevaría al éxito total. "Killer", con una funda roja y la cabeza de una serpiente como único representante, afianzó su éxito y fue el primer eslabón de una cadena que entre 1971 y 1973 formaría una sólida trilogía a nivel artístico dentro de su larga y extensa obra musical.
Su sonido pretendía ser oscuro y siniestro, y a partir de los 80 lo conseguiría pero ya con el grupo original disuelto. Originalmente se iba a titular "Killer-Convicted", pero al final lo dejaron en "Killer" a secas.
Después del sorprendente y maravilloso "Love It To Death", Alice Cooper lo tenía difícil para mantener el nivel, pero demostraron que eran algo más que un grupo de un solo disco, lanzando un digno sucesor de su anterior trabajo. "Killer" es un disco sin diferencias radicales respecto a su predecesor, pero con suficiente identidad propia como para ser algo más que una simple secuela. La producción seguía corriendo a cargo de Bob Ezrin.
Al igual que ocurría en "Love It To Death", podemos dividir el disco en 2 tipos de canciones (convencionales y experimentales). Las que entran dentro de la primera categoría vienen a demostrar que pocos grupos sabían rockear como lo hacía Alice Cooper y las otras quizás más teatrales, representan un paso adelante respecto a ideas ya desarrolladas en "Love It To Death". No necesariamente mejores, pero sí más complejas y ambiciosas. El resultado es francamente bueno, ya que todos esos experimentos resultan bastante exitosos.
El álbum se abre con "Under My Wheels", un tema rockero que podría encajar perfectamente en un disco como "Sticky Fingers" de los Stones sin restarle calidad al conjunto. El riff inicial es mítico, y va seguido de una melodía vocal memorable y muy pegadiza (¿quién puede resistirse a la entrada de Cooper cantando aquel "Telephone is ringing…"?). La pieza va ganando en intensidad mientras mantiene el ritmo constante, hasta estallar en una verdadera fiesta de solos de guitarra e instrumentos de viento.
A partir de ahí el tema ya es imparable, uno de los momentos cumbre del glam-rock, la canción que haría moverse a todo el mundo que la escuchara en una fiesta. "Under My Wheels" es la canción más conocida del disco, y una de esas indispensables en todos los conciertos de Alice. Al lado de ésta, "Be My Lover" podría parecer un rellenito inofensivo, pero a pesar de todo es otra gran canción muy al estilo de "Honky Tonk Woman", con otro riff buenísimo (que siempre me ha recordado al de "Sweet Jane" de la Velvet Undreground ).
Lo más destacable del tema son las armonías vocales en el estribillo, cargadas de encanto, y la divertida letra, del guitarrista Michael Bruce. El final del tema es otra prueba del gran ingenio que poseía este grupo, ralentizándolo y dándole un aire a musical de Broadway. El tema principal del disco quizá sea "Halo Of Flies", una larga (8 minutos) y épica composición que sirve como excusa para el lucimiento de la base rítmica del grupo.
Según Alice Cooper este fue un intento de mostrar que podian grabar suites al estilo de King Crimson. Es el tipo de tema que gravaban muy experimentalmente al estilo de "Black Juju" del álbum anterior y es impresionante la progresión del final, que abarca más o menos los últimos tres minutos. El resto lo debe escuchar uno mismo para comprobar la magnitud de tamaña obra.
"Desperado" está a mitad de camino entre los dos tipos de canciones de los que hablé al principio del comentario. Es normal porque su composición es bastante simple, un tema con estrofas y estribillos de lo más comunes, pero su forma de interpretación es bastante curiosa. Para empezar, la voz grave que pone Alice Cooper en las estrofas demuestra que era capaz de lograr cierta versatilidad a favor del dramatismo. No en vano el tema habla sobre Jim Morrison, buen amigo de Alice según tengo entendido y que por entonces acababa de fallecer.
Luego están los violines que aparecen durante el tema, dándole un toque muy original y decadente. Muy buen tema. "You Drive Me Nervous" y "Yeah Yeah Yeah" retoman el espíritu rockero de los dos primeros temas. Al principio parecen discreto relleno, pero con el tiempo uno puede apreciar que a su manera son muy grandes. Ambas contienen dos respectivos riffs muy buenos, y dos respectivas melodías vocales impecables, de esas que cuando escuchas una vez sabes que vas a recordar toda tu vida.
Tras este breve descanso, volvemos a las rarezas: "Dead Babies" es el mejor tema del disco. Empieza de un modo muy atmosférico y oscuro (gran tarea del bajista), que contrasta con el estribillo, mucho más energético y solemne (las voces infantiles son espeluznantes). El segmento central del tema es el mejor momento de "Killer", una genial progresión instrumental que desemboca en una parte de melodía fúnebre (perfectamente acompañada por trompetas) para volver al estribillo principal.
El bullicio de una muchedumbre tras el drástico final enlaza con la tercera pieza épica del disco: "Killer", que puede parecer un tanto inferior comparada con "Halo of Flies" o "Dead Babies", pero igualmente no está exenta de virtudes: el bajo es hipnótico y la tensión que el tema logra recrear nos hace sentir como si realmente fueran a ejecutarnos. La extensa coda es magnífica, quizá peque de ser muy larga, pero es uno de esos casos en los que funciona mejor como final de disco que tema suelto. Un gran album sin duda alguna.
