Amboy Dukes, The - 4 - Marriage On The Rocks - D - 1992 - Orig.1970 (Photo credit: Affendaddy)
Amboy Dukes empezaron tocando una música psicodélica fuertemente influenciada por conjuntos tan duros para la época como lo eran Yardbirds, Who, Cream o el propio Hendrix.
No obstante, a medida que las riendas eran tomadas cada vez más por Ted Nugent, el horizonte musical del grupo se expandía y progresivamente fueron evolucionando hacia una línea más bizarra y experimental por decirlo de alguna manera, acabando a mitad de los setenta ya como banda de hard rock al uso.
Por la misma acabaron pasaron bastantes músicos como bien podemos deducir debido al carácter un tanto dictatorial de Nugent y de hecho los últimos álbumes ya fueron publicados bajo el nombre de Ted Nugent and the Amboy Dukes. El disco que nos ocupa es bastante desconocido pero yo lo encuentro fascinante y muy innovador, ya dentro de esta línea más bizarra que tomaba el grupo en 1970.
Amboy Dukes, The - 4 - Marriage On The Rocks - D - 1992 - Orig.1970- (Photo credit: Affendaddy)
"Marriage" con sus 9 minutos y dividido en tres partes es el encargado de abrirlo, empieza con una parte muy hippiosa o de ensueño para posteriormente dar un pequeño giro y endurecerse, con interludios de piano, guitarra acústica y diferentes unísonos que enlazan las distintas partes. El tema es instrumental con solos de órgano hammond y guitarra y acaba con un rollo parecido a como había empezado pero tratado de diferente manera. Sigue "Breast-fed gator"; éste ya cantado y en una onda más rockera y algo funky se trata de un tema corto que no llega a los 3 minutos que finaliza precipitadamente tras un solo de guitarra algo psicodélico de Nugent.
"Get yer guns" combina partes funkies con momentos más bucólicos en su comienzo, luego arranca con un solo de guitarra que suena medio aflamencado para desembocar a una parte psicodélica con aires flamencos, palmas y más guitarra española??? y bruscamente pasar de nuevo a lo que es el tema en su principio para acabar de nuevo con aires flamencos. "Non-conformist wilderbeastman" és el tema más corto del disco, apenas un minuto y medio, y va en una onda muy rockabilly o country que enlaza directamente con el siguiente "Today's lesson", éste más psicodélico y bizarro empieza aparentemente bastante normal pero enseguida pasa a una parte medio oriental donde la guitarra suena parecida a un sitar o similar con percusiones y flautas incluídas, sigue con un interludio donde cada instrumento repite la misma frase y entra en una parte algo ácida y lisérgica de cuelgue que dirían algunos,todo ello concebido de manera muy absurda. Finalmente tras ese rato de cuelgue vuelven bruscamente a lo que era el principio del tema.
Amboy Dukes, The - 4 - Marriage On The Rocks - D - 1992 - Orig.1970-- (Photo credit: Affendaddy)
Nos está preparando para lo que va a ser el último tema y para mi la guinda del pastel, esta oda al bizarrismo musical que es "The inexhaustible quest for the cosmic cabbage", dividida en dos partes que podrían ser muchas más. Empieza con efectos y con un ritmo de batería muy entrecortado sobre el que se van metiendo todos los instrumenots con parones bruscos para entrar a una parte free-jazz con saxo incluído que cuando menos te lo esperas se funde con una canción con una tonadilla a lo Beach Boys total, a modo de parodia supongo, que es para partirse la caja, metiendo Nugent al final de la misma como mínimo tres solos de guitarra en distintos tonos que lo convierten en algo muy caótico; parón y de golpe nos encontramos con algo así como una misa subversiva que enlaza de nuevo con la parte free-jazz.
Llegados a ese punto la canción para bruscamente y a través de unos unísonos nos mete en otra parte muy hippie sobre la que Nugent hace otro de sus solos; más golpes, parones, unísonos y nos vamos a una parte cantada de manera muy estratosférica y repleta de pequeños incisos, que incluye otro solo de órgano hammond; a partir de aquí todo parece adquirir una estructura más formal; pero nada más lejos de la realidad pues incluso llegan a meter alguna referencia del compositor contemporáneo Bela Bartok para marear un poco más la perdiz y por si a estas alturas todavía no andábamos perdidos. En definitiva un disco que casi lo consideraría una locura o extravaganza musical muy adelantada a su tiempo, apta para oídos y mientes inquietas que busquen ser sorprendidas.
