Recuperamos la entrevista ahora que el artista ha anunciado su despedida
Culturaencadena.com entrevistó en exclusiva a Rayden en 2018. Ahora, con motivo de su despedida, recuperamos esa charla sobre su carrera, sobre el rap y sobre algo tan complicado y latente como la libertad de expresión de los artistas.
CEC: ¿Ves el trap como una moda pasajera o crees que es algo que se quedará?
RAYDEN: ¿El trap? Es que yo no diferencio entre rap y trap. Ni lo veo como estilo de música. Lo veo una vertiente diferente de rapear.
CEC: Viendo un programa/reality tipo “Operación Triunfo” o “La Voz”, tengo la sensación de que parece que la música rap no existe. Ves pocos concursantes que toquen temas de ese estilo. ¿Crees que todavía está en una especie de segunda división, en lo que a preferencias musicales se refiere?
RAYDEN: En los tiempos que corren ya no sé qué decirte, ni para bien ni para mal. Lo que ocurre, es que a lo mejor, para un reality puede ser más difícil intentar versionar una canción de rap con todo el contenido que puede tener. Donde la mayoría de gente ni siquiera sabe llevar las palmas al ritmo, imagínate intentar clavarlas también en un compás. También hay que ver las canciones que versionan, que quitando éxitos actuales en otro idioma, el resto suelen ser de otra época.
CEC: Han pasado más de 10 años desde que fuíste campeón en las batallas de gallos de Red Bull. Ahora viéndote en los videos que hay colgados en You Tube, más allá del cambio físico ¿qué queda del Rayden de esa época?
RAYDEN: Pues todo y nada, es que ni siquiera veo los videos. Eso es como las multas, para mi ya ha prescrito. Era un pasatiempo pero no tenía nada que ver con mi música, ni para bien ni para mal. Parece que en el momento que ganas algo, ni que sea en la petanca, pues parece que te sigue y te persigue ese título. Pero hay muy poco ya.
CEC: ¿Crees que tuviste la suerte de aparecer en la escena musical en un momento en el que no había tanta competencia o saturación?. Si musicalmente nacieras hoy ¿crees que sería igual de complicado o más que antes?
RAYDEN: Es que cuando yo empece a destacar, ya había miles y miles de artistas donde el 110% de las personas que escuchaban rap hacían rap. Entonces supongo que hubiese sido igual.
CEC: Para la gente que empieza ahora, puedes ser una especie de referente. ¿Pero cuales eran los tuyos, cuando decidiste que querías dedicarte a esto? ¿ en qué espejo te miraste?
RAYDEN: En ninguno y parece que es lo típico que se dice en estos casos, pero es que es verdad. Había grupos que me gustaban y me siguen gustando. Que son amigos como Nach, como Kase.O y como SFDK. Pero es que tampoco me he fijado en sonar como ninguno la verdad. Y quizás se ve también por los derroteros que yo tiro a la hora de enfocar mis canciones, que se ve que no sigue la estela de nadie.
CEC: Me acabas de hablar de Nach. Aparte de Nach, has colaborado con gente como Leiva, Leonor Watling, Rozalen… ¿Qué has podido aprender de ellos?
RAYDEN: A la hora de colaborar con alguien, es como tener una relación. Dejan un poso en ti, tú lo dejas. Siempre las otras personas absorben y se dejan absorber. Ell hecho de trabajar con Rozalen, me permitió aprender que con la palabra, aunque nadie te vea como lo estas cantando, puedes ser capaz de transmitir. Eso en el rap, que a veces se puede pecar de muy plano, es vital. Una persona que haga que la palabra cobre vida y que incluso roce el burlesque como Rozalen. En el caso de Leiva, pues que a veces menos es más. No sé, es que yo soy muy rallado y de todo aprendo.
CEC: 21 de Octubre, Sala La Riviera. Vas colgando videos de las actuaciones. ¿Lo ves una fecha para recordar? Musicalmente hablando, de todos los conciertos que hayas podido dar en toda tu carrera, crees que marca un poco un antes y un después?
RAYDEN: No. De hecho de esta gira, viendo lo que está pasando, que la gente está agotando las salas, a lo mejor fué uno de los conciertos normalitos. Tuve la suerte de que pude contar con amigos, con colaboraciones y que la Riviera es una sala mítica. Que son 2000 personas y que hay que llenarlo. Pero ahora que lo estoy viendo, incluso lo hablo con los músicos y es como que “joder hubiese estado mejor otra fecha”.
CEC: Yo veo mucha comunión con el público, disfrutas mucho en el escenario y la gente se corea todos tus temas. Sobre los temas, ¿qué hace que una rima llegue a la gente? Porque parece fácil escribir, hacer una rima, twittear unas líneas y suponer que lo vas a petar. Pero, ¿qué os hace ser diferentes?
RAYDEN: No lo sé, no lo sé y supongo que si lo hiciese a posta, no pasaría este tipo de milagros. Cada uno tiene sus vivencias y las refleja. Luego al final el oyente escucha una canción nuestra, borra todo rastro nuestro y lo disfraza de sus propias vivencias. Cuando logras que la gente te quiera ver en esos espejos, a lo mejor es cuando se produce esa comunión de la que hablas. Pero es que si lo supiese ya no sería forma, seria formula y ahí ya sería un poco más hueco.
CEC: Hablemos de “Antónimo”. Yo noto mucha evolución. Una cantidad de instrumentos brutal, tienes batería, tienes guitarras eléctricas, aparte de las colaboraciones en algunos temas con gente de renombre. Comparándolo con trabajos anteriores, veo más trabajo, más de artesano que de rapero. ¿Estas volviéndote más artesano musicalmente?
RAYDEN: Si, cada vez me encuentro un poquito más desligado de la norma. Siempre hay excepciones, pero de lo que se suele hacer de rap, por lo menos en España, cada vez estoy más alejado. Aunque lo escuche y me encante la mayoría de los casos, pero es sobre todo por las inquietudes musicales que yo tengo. Alguien como yo, que lo mismo se pone a escuchar a Macklemore, Alabama Shakes, Paolo Nutini o a todo lo que hace Danger Mouse como productor, claro que afecta a la música. Aunque no quiero sonar a nadie, lo que me arrugue por dentro escuchando canciones, al final condiciona a la hora de hacer canciones. Por eso quizás, cada vez me voy alejando más de lo que se presupone que es el sonido de rap.
CEC: De acuerdo, Que escuches un disco de Rayden, que el primer tema tenga unas guitarras eléctricas que vayan a saco, que te perforen en un tema que se llame “”No hago rap”. ¿Es una manera de dar a entender que hay demasiada manía por catalogar o etiquetar: rapper, youtuber, blogger…?
RAYDEN: Si, es justo eso y lo hablo en tono irónico. En todos los estilos de música minoritarios y en todas las comunidades del mundo, siempre hay talibanes. Siempre hay puristas, que dicen lo que es auténtico y lo que no. En el disco anterior, me ocurrió a la hora de colaborar con gente como Marwan, Rozalen o Leiva. Y también con colaboraciones fuera de mi disco, como con La Pegatina, Green Valley o Dani Martin. Rápidamente la gente ya decía “es que esto no es rap”. Y me pareció una forma curiosa de entrar. En un lugar, donde la mayoría de los primeros temas de los discos de rapero dicen todo lo que son y todo lo que tienen, me gustaba entrar diciendo todo lo que no era, todo lo que generaba mi música. Que si ellos consideraban oportuno que siguiera sin ser rap, pues para ellos la perra gorda, que para mi la etiqueta ni en la ropa.
CEC: El tema “Pequeño Torbellino” era una carta a un futuro hijo. Tu David ahora ya eres padre. ¿Esto influye algo en tu música? ¿A la hora de componer un tema cambia un poco lo que es la vara de medir/calibrar” lo que vas a decir?
RAYDEN: Pues mira, ahora mismo cambia en que la entrevista te la estoy contestando con una mano agarrada al carrito, empujando al niño. No, no cambia nada. Lo que siempre digo es que tener un hijo no te cambia la vida, te la potencia. Lo que antes te preocupaba ahora te preocupa más y lo que antes apreciabas, ahora lo aprecias más. Supongo que te fijas más en el mundo que te rodea, que es al que has traído a tu hijo. A lo mejor por eso soy más incisivo. Pero no es que vaya a volver más o menos blando por el hecho de ser padre, sino que a lo mejor soy más reflexivo y observador con lo que me rodea.
CEC: Te he comentado hace un momento lo de la vara de medir. A ver, justo ayer se comentaba mucho en Twitter el tema de Valltonyc. Yo entiendo que los raperos sois seguramente los músicos que más jugáis con las palabras y que más mensaje ponéis. A fin de cuentas es vuestro plato fuerte. ¿Crees que hay la sensación de que ya no basta simplemente con la típica pegatina que había antes en los discos con el aviso parental?
RAYDEN: ¿Para destacar dices?
CEC: No, para destacar no. Es decir, antes comprabas un disco y muchos llevaban la típica etiqueta de letras explicitas y con eso ya había bastante, como si hubieras cumplido. “El mensaje es un poco polémico, yo aviso” Ahora parece que ya no baste con eso, ahora parece que haya una especie de persecución o demasiado filtro. ¿Crees que es un poco exagerado el tema?
RAYDEN: Lo que está ocurriendo con gente como Valltonyc u otros ejemplos, lo veo una absurdez. Porque primero son personas que tampoco es que sean alguien como Justin Bieber, que pueda tener una legion de fans, encima fans muy jóvenes. Este chico pues tenía 6000 seguidores en YouTube. Es decir que el calado…, es más promoción que otra cosa. Y segundo por esta vara de medir, hay canciones de otros artistas del rock, o del punk de generaciones anteriores más bestias. Más bestias y no pasaba nada. O cuando ves grupos musicales que tienen ideología de ultra derecha, que sus canciones si que hacen apología de la violencia. Mal tendrá que estar el gobierno y los estamentos. Como tienen que estar de blandos, para que tengan que intentar mostrar dureza con este tipo de cosas.
CEC: O sea ¿crees que es dar palos de ciego por decirlo de alguna manera?
RAYDEN: Yo creo que están tambaleándose por otro tipo de cuestiones, de sus políticas y tal. Y que tengan que mostrar una fuerza desmedida con cosas que no deberían, cuando realmente están pasando cosas que si que dañan la tela social del país…
CEC: Para los músicos que normalmente reflejáis y denunciáis injusticias en las letras y en las rimas. ¿Crees que estamos en la época en que más fácil se está poniendo el tema para buscar injusticias? ¿Ahora hay material de sobras?
RAYDEN: Es que no creo que haya que buscar material. No somos cronistas del tiempo, somos damnificados de nuestra época. Habría que hacer un ejercicio muy consciente, muy intencionado de abstracción, para no hablar de lo que te toca de cerca. Porque si no te toca a ti, le toca a un familiar que por ejemplo se ha tenido que a vivir fuera. Incluso dentro de tu gremio, que van a meter gente en la cárcel por hacer canciones. De mejor o peor gusto, allí no voy a entrar, pero ese tipo de cosas. O que ves que incluso, a lo mejor, no tienes pensiones, que se lo están gastando y que luego hay unas personas que tienen un tren de vida diferente. Entonces es muy difícil, que a la hora que te vas a enfrentar al folio en blanco, lo primero que te pase no sea mostrar el daño que está generando lo que te rodea.
