Vuelve Dolo Beltrán, la misma que nos insistía -hace ya unos 16 años-, que no "la llamáramos Dolores, que la llamáramos Lola". La voz de Pastora vuela en solitario en este "Copilotos", con la colaboración del productor Sergio Fernández.
Tres son los sencillos que se han ido mostrando al público antes de la publicación de "Copilotos". Perdón, en ESTA PISTA DE BAILE... Uno de ellos es "Ahora", que abre el trabajo. Estamos ante un canto a aprovechar el momento, a vivir la vida. Una electrónica suave que se mezcla perfectamente con esa voz sugerente, tan dulce, tan Dolo...
Por si con ese primer sencillo había dudas sobre si Dolo se había convertido en una especie de Kylie Minogue (reina de las pistas en sus buenos años), "Pulso" se las cepilla en menos de 30 segundos. La música recuerda a Chemical Brothers (cuando creaban joyas como "Hey Boy Hey Girl"). Si le sumamos una letra sensual y una guitarra que lo destroza todo, tenemos facilmente un "rompe pistas".
El último avance, "Maratón Loca", baja un nivel. Dolo (al igual que cuando estaba en Pastora) es especialista en cantarle a las historias cotidianas. No canta sobre amores adolescentes porque, a sus 42 años, eso no es lo que está viviendo. Aquí canta sobre la sensación de estar perdido y correr sin saber hacia donde. Temas que no tienen una franja de edad a la que dirigirse, puesto que perderse no entiende de edades.
Hay más cosas que encontrar en "Copilotos". Perdón, en ESTA PISTA DE BAILE... Podemos encontrar joyas como "Fiesta a los 40". Aquí Sergio Fernández crea una base hipnótica, sin grandes fuegos artificiales. En ningún momento sube el nivel, pero las ganas de bailar no se pierden en ningún momento de la canción. Y más joyas como "Mi vida en color" con ese "color" que se cuela en la cabeza, mientras las notas se convierten en una especie de agujas clavándose en el oyente.
10 de los 12 temas del disco siguen esa base disco/electrónica. Hay que aplaudir el trabajo de Sergio Fernández, que crea secuencias musicales que sólo necesitan una escucha para quedarse en la memoria del que se planta delante de 10 de las cartas de esta baraja. Y es que, tras tanta pista de baile, uno se sorprende ante otra carta titulada "Verte llegar". Un tema precioso que, con un piano como estrella invitada, habla sobre esperar... y del deseo de que llegue el momento en que termine esa espera.
La última carta, la que cierra el que seguramente sea uno de los "discos imprescindibles del año", es "Una nit en blanc". Interpretado en catalán, es un tema lento que va subiendo, al que una guitarra dota de épica y poderío. Cuando termina, uno se queda con la sensación de haber escuchado algo grande.
Hace ya unos lejanos 16 años, nos pidió que la llamáramos Lola. Sinceramente, tras la escucha de este trabajo, no puedo llamarla de otra manera que no sea DOLO BELTRÁN. En mayúsculas, en grande, como este "Copilotos" que nos la trae de regreso al pie del cañón. Y el que esto escribe, sólo espera que se quede, dando guerra durante una buena temporada.
