Los más viejos del país sabemos que ayer no ganó ninguno de los candidatos de "7-D: El debate decisivo".
Ayer los que ganamos fuimos los espectadores, que por fin pudimos ver un debate distinto del de siempre, en el que todo estaba preparado y decidido de antemano, y en el que solo podían participar los 2 cansinos protagonistas del bipartidismo.
Hoy, en todos lados dan como ganador a Pablo Iglesias, y si bien es verdad que fue el único que propuso algo, también metió la pata hasta el fondo en, al menos, una ocasión: la de la "independencia" de Andalucía en 1977.
Pablo es un animal televisivo, domina el medio a la perfección, y además partía como el menos favorecido en las encuestas. Es de suponer que ambos factores le liberaron para soltar los mejores mensajes del debate, pero también tuvo algún error bastante ridículo, como el ya citado, o el poner por ejemplo a "Ocho apellidos catalanes", pidiendo que todos los españoles vayamos al cine a verla porque en ella se hablan diversas lenguas oficiales en la península.
Lo mejor de Iglesias fue el mensaje final: tranquilo, Pablo, no olvidamos. Pero no olvidamos nada, no solo las barbaridades que han hecho, en los últimos años, PSOE y PP: Tampoco olvidamos tus cambios de opinión. Y es que ninguno de estos errores le penalizará tanto en las generales como todos los giros de timón que le hemos visto dar en los últimos meses, hasta el punto de dejarnos perdidos en cuanto a saber, a ciencia cierta, cuales serían sus prioridades si acabara gobernando. La remontada es utópica.
Rivera decepcionó del primer al último minuto. Las expectativas con él eran altas, pero ayer quedó claro lo que algunos nos olemos hace mucho tiempo: en realidad, Ciudadanos no propone nada.
Es un partido que ha sabido aprovechar los errores de los otros para hacerse con votos de la derecha y la izquierda, y que además ha sido hinchado por los medios de comunicación y demás interesados que necesitaban un 'Podemos' de derechas que, a su vez, pareciera de ¿centro?
Lo más destacado de anoche volvió a ser una acción de este tipo: sacar la portada de 'El Mundo' para recordar que Rajoy no había ido al debate por la corrupción. Muy buena la denuncia, Albert, pero... ¿algo más? Seguimos esperando a que nos cuentes.
Que Pedro Sánchez es un candidato pésimo para el PSOE lo sabemos desde que le conocemos. Lo sabemos nosotros, y lo saben en su partido. Ayer perdió una nueva oportunidad, y perderá tantas como se le aparezcan. Es incluso capaz de perder o empatar el debate bipartidista de la semana que viene contra Rajoy. Además, está muy condicionado por el pasado reciente de su partido. No vemos al partido socialista (que no obrero) español ganando las elecciones en mucho tiempo.
¿Y qué decir de la sargento Soraya? Pues también perdió el debate. A pesar de que en el PP sigan creyendo que los ciudadanos somos tontos, no se puede decir ni que salvó los muebles con su constante estrategida de escurrir el bulto. Para contrarrestar las acusaciones de corrupción, no puedes alegar que con el PP no habrá impunidad. Tienes que pedir perdón y prometer que no volverá a haberla.
El PP perdió el debate porque no hay nadie que se los crea. Quienes les votan, priorizan otras cosas, seguro, a la honestidad (de lo contrario no se entendería, no queremos considerar a ningún votante tal y como les considera su propio partido). Esa supuesta mano de hierro no es creíble, y la obra de teatro que interpretó Soraya no salió bien. De hecho, es una mujer que siempre parece que interprete, y además se le nota que finje, incluso cuando le hacen una foto.
Hay que admitir, eso sí, que hubiera podido ser mucho peor para el partido de la derecha española. Si llega a presentarse Rajoy al debate, hubiera salido vapuleado. Lo sabe todo el mundo, incluso ellos mismos. Por eso nos irrita profundamente que se inventaran lo de que son un "Equippo" para justificar que la número 2 fuera al debate en lugar del número 1.
Queremos destacar, también, el momento dedicado a la violencia de género en el debate. Quedó patente la impotencia de todos en esta cuestión. Como hemos dicho en otras ocasiones, para erradicarla habría que cambiar toda nuestra cultura. Eliminar el machismo, que vemos a diario en diversos ámbitos de nuestra vida. Cambiar el concepto que se tiene del amor en todo el mundo, más cercano a la posesion y con unos falsos mitos inventados por el ser humano que no contribuyen en nada. Cambiar la publicidad sexista de medio mundo. Y, por supuesto, mejorar miles de cosas en cuanto a la denuncia, el papeleo, la protección y mil puntos más que no funcionan.
La próxima semana asistiremos al debate de la Academia, que congregará a los representantes de un bipartidismo que se hunde, para suerte de todos. Podremos comprobar el rancio formato que hemos tenido durante muchos años.
Definitivamente, ganó el debate. Y Atresmedia, que no solo hizo caja, sino tambien Historia. Es el primer debate con 4 candidatos, y España evoluciona. El formato no solo no tiene marcha atrás, sino que debe mejorar: ayer fue solo el principio, la primera vez. Felicitar, sobre todo, a Vicente Vallés, que estuvo espléndido. Más modestito se queda el papel de Ana Pastor, que simplemente cumplió.
No solo este debate a 4 es muy sano para nuestra sociedad, sino también la política de pactos que se nos viene encima, sustituyendo a una mayoría absoluta que esperamos nunca se vuelva a dar.
Ya sabes: nunca le des todo el poder a un ser humano, mucho menos si se trata de un político. Sabes que lo usará para beneficiarse a sí mismo y a los suyos. Tenemos un ejemplo muy reciente, que no debemos olvidar.
