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No hay nada que me resulte más absurdo que una selección nacional de lo que sea. Bueno, miento. Sí hay algo que me parezca más absurdo que una selección nacional de lo que sea y son las competiciones de selecciones nacionales de lo que sea...
Pongamos por ejemplo el fútbol. Estos días se está jugando la Copa América. Copa América que no es más que una estúpida copia del Europeo de Naciones (o viceversa), que a su vez son estúpidas copias del Mundial de Fútbol (o viceversa también). Me gusta el fútbol, me encanta. Pero eso que juegan las selecciones nacionales no es fútbol de verdad, a mí que no me engañen. El fútbol de verdad lo vemos cada fin de semana, en los equipos de las ligas, en las competiciones continentales de clubes y no en un Mundial de combinados nacionales, donde gana el que antes consigue acoplar a sus jugadores a un sistema de juego, es decir, el que tiene más suerte.
¿Qué es más interesante: ver como gana una selección en un torneo que dura dos semanas? ¿O ver como evoluciona un equipo que ha estado currándoselo (o no) durante toda una temporada? Sinceramente, si tengo que elegir, me quedo con lo segundo. Prefiero ver a mi equipo preferido entrenar día tras día, jugar cada semana y ver qué pasa al final con todo el trabajo hecho, que ver a una selección nacional darle patadas al balón intentando ser un equipo hecho y derecho, cuando como equipo no tienen ninguna posibilidad.
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Miren a los argentinos, por ejemplo. Se vanaglorian de su fútbol y lo único que han hecho ha sido tener la suerte de que un genio (en su día, hoy no hay quien lo soporte) como Maradona naciera en su país y le metiera aquel gol a Inglaterra. Sí, vale, su gol fue muy bonito. Pero ha quedado para la historia más por el momento, por el escenario y por el rival, que por otra cosa. Para mí no tiene mérito que un tío que para su época era un avanzado, cogiera el balón en el medio campo y le diera un repaso a un grupo de inútiles sin dirección fija sobre el terreno de juego, para acabar metiendo gol. Vuelvo a repetir: el gol fue muy bueno, pero no como para considerarlo el mejor gol de la historia del fútbol.
A parte de eso y de Messi no tienen nada más. Hablando de Messi. ¿Qué narices les pasa a los argentinos con Messi? ¿A qué viene tanta exigencia con el chico? Les voy a contar un secreto, señores y señoras argentinos: Argentina no es el Barça. Pónganse como quieran, pero es así. Cuando su patética selección nacional tenga a alguien como Xavi, Iniesta, Pedro, Busquets, Piqué, Alves o Villa, por poner sólo unos ejemplos, entonces se podrán quejar. Messi es el mejor jugador del Mundo, pero no se olviden de que es quien es porque a su alrededor tiene a quien tiene. ¿Qué hay en la selección argentina? ¿Burdisso, Tévez... ? No me hagan reir, por favor. El problema de los argentinos con el fútbol es que por el hecho de que un genio cogiera el balón en aquel mundial y les hiciera un roto a los ingleses, se creen que ahora todos deben hacer lo mismo. Tanto psicoanálisis y no son capaces de ver que eso sólo pasa una vez en la vida. Otra cosa es que tienen el país tan hecho mierda, que intentan proyectar sus frustraciones en el fútbol y cuando alguien no es capaz de asumir sus propias miserias, pues luego pasa lo que pasó en el descenso de River, que a más de uno le abrieron la cabeza debido al drama que se formó por la pérdida de categoría (¡¡toma psicoanálisis barato!!).
Y son sólo un ejemplo. No olviden lo que le pasó a Andrés Escobar, jugador de la selección de colombia, que fue asesinado cuando llegó a sus ciudad natal por meterse un autogol en el mundial de los Estados Unidos.
Pero no sólo les pasa a los argentinos o los colombianos. En España no es que estemos mucho mejor, la verdad. Aquí cada vez más se muestra un patriotismo futbolero que es más que preocupante. Y es que eso son las selecciones nacionales para mí; una estúpida muestra de una supuesta identidad nacional que no hace sino ensalzar lo peor de cada uno, en pos de un patriotismo troglodítico, incomprensible para cualquiera con dos dedos de frente.
Sinceramente, prefiero ver jugar al club que paga los sueldos de sus jugadores. No me gusta que las selecciones se lleven a los jugadores para hacerles jugar partidos intrascendentes contra Ghana, Malta o Costa de Marfil, con el riesgo de lesiones, sobrecargas y demás, para que después sean los clubes quienes tengan que pagar todo el proceso de recuperación, viendo perjudicada su propia evolución en la disputa de sus títulos.
Así pues, concluyo con un enérgico "¡¡¡Qué asco de selecciones!!!", por si no había quedado claro.
