True lies (Photo credit: Wikipedia)
He de reconocer que cuando vi los videos del diputado por UPyD, el actor Toni Cantó, tuve sentimientos encontrados. Por un lado, me alegró el hecho de que, por una maldita vez, alguien dijera unas cuantas verdades en el Congreso de los Diputados. Sonreí por primera vez en mucho tiempo al comprobar que hay alguien que pasa de toda esa liturgia de los políticos y les saca los colores a los señores del PP y del PSOE. Claro que el contrapunto me lo dio el ver a Toni Cantó en esa tesitura, representando a un partido político...
Pero me quedo con la parte positiva y es que he podido ver a alguien con un poco de sangre en las venas, dispuesto a pelearse con los dos grandes partidos de este país, aunque sea por el mero hecho de recabar simpatías para su propio partido.
En CeC siempre le hemos dado duro a los políticos corruptos y a los mentirosos, a los ineficientes entes públicos y, en definitiva, a todo lo que nos parece que va mal en este inmundo país, sea cual sea su color político o su tendencia ideológica. Es por eso que hoy tengo que hacerlo de nuevo. Y me van a disculpar los señores aludidos (quienes, por otro lado, no creo ni que nos lean, como a todo lo que tenga que ver con la opinión de los ciudadanos), pero es lo que creo que tengo que hacer.
Cada día me asombro más y más sobre lo mal que está este país. Desde que entramos en crisis, allá por el 2008, que no he dejado de sorprenderme con toda la mierda que está aflorando por debajo de las alfombras de la nación. Ya me sorprendía antes, pero lo que estamos viviendo ahora no tiene igual en mi maltrecha memoria.
Me parece increíble que la clase política no sea capaz de contar la verdad ni siquiera estando en la situación en la que estamos. Y eso sólo puede significar una cosa: que el daño sería más irreparable aún que la situación por la que pasamos. Cuando no se cuenta la verdad, es porque es peor aún, aunque cueste creerlo, que la mentira.
Esta cuestión, inevitablemente, me plantea preguntas de carácter filosófico y de carácter práctico. ¿Está justificada la mentira cuando sabemos que puede causar más males que la verdad? ¿Sirve la opacidad cuando sabemos que la transparencia nos hundirá todavía más? Estas son las filosóficas. Las prácticas serían otras: ¿Ha llegado el momento de dejar caer a los bancos y que apechuguen con su marrón, con el marrón en el que nos han metido a todos? ¿Cuanto más vamos a poder aguantar sin que llegue la sangre al río? ¿Cómo podemos hacer para que se retire de cualquier cargo de responsabilidad a los responsables de la crisis?
Plate 79: Murió la Verdad (The truth has died) (Photo credit: Wikipedia)
Sinceramente, ya no sé qué más decir al respecto de todo lo que veo a diario, salvo denunciarlo. Sólo sé que se me acaban las ganas de continuar viviendo en este país de mierda, de aguantar a la pandilla de inútiles que nos gobiernan y a la pandilla de inútiles que los votan. Se me acaban las ganas de poner la televisión y ver la misma porquería que emiten desde hace tantos años que ya ni me acuerdo cuando empezó. Se me acaban las ganas ver a esa panda de ricachones ignorantes que son los futbolistas, con sus privilegios fiscales y los de los clubes que les pagan. Se me acaban las ganas de seguir aguantando las mentiras de un gobierno del PP, que está haciendo todo lo que dijo en las elecciones que no haría si gobernaba, pues si hubieran sido sinceros, no les hubiera votado ni dios (a quien patéticamente profesan su fe y a quien se deben estar encomendando en estos momentos). Me cansa tener que ver a la oposición del PSOE queriendo dar lecciones de cómo solucionar el problemón que tenemos encima, cuando ellos ya nos engañaron antes ignorando la crisis, como el niño que se tapa los ojos porque cree que así no le verás. ¿No hay forma de negarse a pagar esa morterada a los señores de Bankia y de los otros bancos intervenidos? ¿Acaso los gobernantes no están al servicio del pueblo y, por lo tanto, debería ser el pueblo quien decidiese qué hacer? Es todo tan complicado y, a la vez, tan descorazonador, que se me quitan las ganas de todo.
¿Sabéis? Empiezo a entender al personaje Creighton Bernette, interpretado por John Goodman en la serie TREME. Llega un momento en el que la desesperación puede hacerte cometer una locura que jamás imaginaste. Y en su caso, creo que fue el menor de los males. Cuando todo lo que has conocido desaparece, cuando todo lo que creías seguro deja de serlo y cuando todo en lo que habías basado tu vida te lo arrebatan otros sin el menor atisbo de consecuencias para ellos, sólo hay dos soluciones posibles: o matas o te matas. Y la más honrada, digan lo que digan, es la segunda. Yo no me mataré ni tampoco mataré a nadie. Pero almenos, metafóricamente hablando, me daré el gustazo de matar, masacrar y aniquilar hasta el último rastro de los responsables de toda esta situación. Y lo haré desde aquí, desde CeC y para todo el que quiera leerlo. Pues la muerte por escrito siempre es más gratificante y, sobretodo, legal.
Saludos a todos.
