Manolo Tena ha muerto. Con su muerte se cierra un capitulo más en la historia de España. Un capitulo cuyo escenario fue aquel Madrid de los ultimos años del franquismo. Un capitulo que llevaba en su interior ese nuevo germen que daria paso a la España democrática. Un escenario en el que nacieron y murieron muchos de aquellos jóvenes chulescos de barrio de Madrid llamados "madriles", cuyas ganas de vivir provocó que éstos, mas que vivir, se comieran la vida...
Manolo Tena fue uno de esos jóvenes, de esa raza ya extinta que caracterizó a los jóvenes de barrio madrileños. Unos jóvenes cuya seña de identidad fue aquel "deje" o "chuleria" en su manera de hablar, como forma de ser y expresarse.
Una generacion que dio de todo: desde desde aquellos conocidos delincuentes llamados macarras, a esos otros jóvenes igualmente sin rumbo que, en vez de coger una navaja, decidieron coger una guitarra. A estos últimos perteneció Manolo Tena, un joven nacido en ese madrid chulesco y macarril, donde muy pronto decidió cantar, componer y, sobre todo, pasarlo bien exprimiendo la vida...
Pronto se vieron sus enormes facultades para componer canciones, con unas magnificas letras de canciones que fueron sintonia de muchos jovenes madrileños. Unas facultades cuyo único secreto era el hecho de tener una capacidad innata para expresar, mediante canciones, una experiencia tan intensa como lo fue su propia vida. Una capacidad solo reservada para algunos elegidos.
Sus letras expresaban todo y lo dijeron todo: todo lo que hay debajo de una vida, todo lo que hay en una experiencia intensa, todo lo que esta ahi y no se ve pero se siente, todo lo que un joven siente cuando se come la vida y, más tarde, todo lo que exhala la propia vida cuando vas madurando...
Decir que fue un poeta sería decir poco. Lo fue, a su forma, de la mejor manera, a la manera de aquellos poetas malditos cuya esencia brotaba de exponerse, de experimentar y bucear en la vida.
Yo le recuerdo en la barra de algún bar en los ochenta, borde y macarril, chulesco "a grado summum", como siempre...
Pero lo que nunca podré olvidar es su voz, esa voz rasgada y macarril suya, inconfundible; esa voz que caracterizó a esa generación de jóvenes chulescos llamados "madriles", que dieron aquellos magníficos solistas de grupos miticos como Cucharada o Burning.
Manolo Tena lo dijo casi todo en sus canciones. Y cuando uno lo ha dicho y expresado casi todo, puede estar tranquilo, pues su voz seguirá viva para siempre en sus canciones ....
