No es perfecta, ni mucho menos, pero... ¿un bodrio más sobre las fuerzas del mal?
Para nuestra sorpresa... ¡NO!
Por el tema en torno al que se gira, se roza constantemente el larguero de la repetición y los elementos comunes que comparte con una infinidad de series tales como los espíritus y fuerzas del mal que intentan acaparar y nutrirse de los malos fondos humanos manipulándolos en base a sus pulsiones animales, la podrían desviar hacia senderos manidos comprometiendo su originalidad.
Para nuestra sorpresa, no ocurre en ningún momento de su primera temporada, y la vorágine de curiosidad se nos lleva hasta el vértice de la incredulidad. Podemos aplaudir a 'Mortel' que, sin ser una gran ficción, logra presentar y engarzar unas piezas tan habituales en las pantallas como el aire que se respira. Y, a pesar de lo anterior, consigue mantener nuestra atención. Se nos aparece como esperanzador, atrayente y cautivador y demuestra que todavía quedan huecos inexplorados entre la creatividad y la originalidad.
Los enfoques de cámara nos parecen, en numerosas ocasiones, un desastre total que combinados con algunos fallos de guión pueden llegar a dejar por el camino algún espectador exasperado. No obstante, se le reconoce una insólita y atrayente mezcla de sus elementos principales siendo compleja e indescifrable la procedencia de tal seducción. ¿Será este distinguido toque francés? ¿Será su música? ¿Serán sus personajes?
Una fuerza sobrenatural nos atrae igual que une a tres adolescentes que nada tienen en común. Sofiane, Victor y Luisa deberán formar equipo para derrotar a Obé, un espíritu maligno vudú, y resolver el origen de varios crímenes que están aconteciendo en la escuela.
Sofiane (Carl Malapa) es un jóven adolescente de un barrio obrero cuyo hermano lleva 4 meses desaparecido. Como la oveja negra de la familia, toda la culpa y responsabilidad recae sobre sus hombros sea cual sea la razón real. Cansado de luchar para que la verdad prevalezca, se abandona a la voluntad de los poderes del mal atrayendo consigo a Victor, un estudiante en el extremo opuesto a Sofiane.
Victor (Nemo Schiffman) es más bien reservado, con tendencias autistas y un pasado mantenido bajo llave hasta el trecho final. Aborrece el contacto físico y goza de mala reputación entre los demás chicos del instituto. Estar en el momento y lugar equivocados le hacen cómplice de las fechorias de Sofiane y de los espíritus del más allá. Ambos terminarán por adquirir los poderes acordes con sus capacidades naturales y juntos deberán formar equipo para morder la mano del que les da de comer.
Louisa (Manon Bresch) por su parte, huérfana de ambos progenitores, quiere ser artista. Con un más que dudoso talento para la pintura, se verá embarcada en la aventura de Sofiane y Victor a través de su abuela (Firmin Richard) y destapará aquellas aptitudes naturales en ella y para las cuales le sobran destreza e ingenio.
Poco a poco, el roce incita tras su paso al cariño destapando necesidades ocultas y revelando verdades latentes todavía no exteriorizadas de cada uno de ellos. Anhelos, deseos, fobias y traumas se abren camino en la contrareloj de la caza de un demonio y la vida misma que nos pone contra las cuerdas a medida que se despereza.
Nos recuerda a la serie inglesa Misfits por los poderes de lo chichos, la irreverencia de Sofiane el protagonista equiparándolo a Nate (Robert Sheehan). El rarito de Victor es Simon (Iwan Rheon) que termina por resultar un 'knickersbroker' (rompebragas) y se lleva al huerto a la negrita con poderes vudú Louisa o Alisha (Antonia Thomas). La orientadora (CPE en su original) que incluso se parece físicamente a la que actuara como novia del orientador de Misfits en la primera temporada y protagonizara la segunda.
Aquí el tráiler de Misfits en español:
La abuela de Louisa nos traslada a Matrix y nos recuerda al oráculo, tan simpática y sabia como la de Mortel. Y el espíritu maligno Obé no sabemos si da miedo o risa y su disfraz de Nemo tan pronto nos sumerge en las profundidades de los océanos de datos como de agua.
Ni es una gran serie, ni nos desvela los secretos de la galaxia. Sin embargo, retomando el hilo del principio, hay que reconocer una grandeza en la conjugación y combinación de elementos, que quizás sea accidental o tal vez provenga de una fuente natural de originalidad. Resulta un entetenimiento sin mayores pretensiones recomendable para aquellos que hayan perdido la fe en los ángeles y demonios.
