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El próximo martes 26 de mayo de 2020 será el día del estreno de 'Deep Water' en Filmin España: Una serie notable y recomendable para todos los fans de la buena ficción.
Tres mujeres, tres matrimonios, tres madres de familia que se enfrentan a problemas personales en el hermoso paraje de Lake District, un pintoresco pueblo inglés.
Roz (Sinead Keenan) es fisioterapeuta, madre de Abbey Hill (Macy Shackleton). La adicción al juego de su pareja Winston Hill (Charlie Carrick) ha sumido a la familia en el abismo de las deudas. A punto de ser desahuciados, Roz pide prestado dinero a su hermano que se niega a contribuir a la ludopatía de Winston. Así, Roz se plantea muy seriamente aceptar en silencio la "proposición indecente" de uno de sus clientes, Scott Elias (Gerald Kyd), en el intercambio más antiguo del mundo. Traerá consecuencias tanto físicas como emocionales siendo dolorosas las primerase e insufribles las segundas.
Su amiga Lisa (Anna Friel) está casada con Joe Kallisto (Steven Cree) y es madre de los pequeños Sam (Leo Ashton) y James (Jake Hayes) y de la adolescente Sally (Nell Williams, 'Juego de Tronos'). Su marido trabaja de sol a sol y ella regenta una perrera y se ocupa de su familia. Le hubiese gustado ser veterinaria pero la vida es lo que es.
Sally es la mejor amiga de Lucinda Riverty (Indeyarna Donaldson-Holness) cuyo hermano Fegus (Rico Canadinhas) va a las escuela con Sam Kallisto. Los padres de ambos son la rica y glamurosa Kate (Rosalind Eleazar) presuntamente casada con Guy Riverty (Alastair Mackenzie), una familia que causa admiración y envidia en el pueblo.
La vida de todas estas familias se complicará cuando, en un extraño descuido, Lisa olvida recoger a la hija de Kate de la escuela.
Con la estructura ya vista y típica de la dramturgia inglesa, la serie se va vistiendo de seda a medida que se suceden los episodios.
Secretos, mentiras y verdades a media luz sirven de excusa para sublimar la producción. Las aguas de "Deep Water" deben ser remadas río arriba. Las tramas principales que son los flujos más visibles deben ser remontadas a contracorriente para hallar los afluentes y finalmente los manantiales de los que parten.
Hasta 3 líneas de lectura de diferente profundidad encontramos antes de la desembocadura en los hechos objetivos. Las ramificaciones inversas llegan a crear la perfecta figura geométrica de la esfera.
- La primera línea más superficial y obvia es la de los hechos cuyo punto de partida son estas tres mujeres. La prosa no prosaica relata unos acontecimientos que satisfarán a aquellos perseguidores de entretenimiento.
- El punto anterior dará la lugar a desenmascarar la relación que estas 3 mujeres mantienen con sus cónyuges. ¿Cómo han llegado al punto en el que están?
La infidelidad desde Lisa, Roz y Kate invita a preguntarse sobre la responsabilidad de la misma. Pero rápidamente nos damos cuenta de que las respuestas sólo traen consigo más preguntas que son las que nos llevarán hasta el siguiente y más profundo nivel de lectura. - La relación que estas mujeres mantienen consigo mismas y la repercusión que esto tiene en su familia, la relación que desarrollan con sus hijos y finalmente el alcance individual sobre la humanidad entera.
Buscando el origen de la infidelidad vista desde Lisa, Roz o Kate hallamos el denominador común: una relación insatisfactoria con sus parejas y, por ende con ellas mismas. Todo el mundo tiene lo que se merece. Una de nuestras mayores máximas desde la que operamos en la vida es la frase atribuida a Sartre: “Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros.”
Esta afirmación es la base de la responsabilidad civil propia que no admite excusas y que nosotros adoptamos como fundamento vital. Uno no ve porque no quiere, ni sabe lo que no le interesa saber. A partir de ahí, todos los preceptos cristianos quedan invalidados. Ni ponemos la otra mejilla, ni perdonamos las ofensas ni a los que nos ofenden sean otros o seamos nosotros mismos.
Lisa se siente insatisfecha. Todas sus ambiciones personales fueron postpuestas hasta desaparecer. Ha logrado desposarse y traer al mundo a 3 hijos. Se encuentra casada con Joe, un hombre que trabaja y punto. En él no halla apoyo o comprensión emocional ni soporte físico. De talante más bien desorganizado, Lisa lucha contra natura por ocuparse de su prole. Como ya vimos con la protagonista de la excelente "Mytho" de Netflix, antepone las necesidades de los suyos a las propias. Hasta que aparece "Adam" (curiosamente parecido en nombre a Adán) y le ofrece la fruta prohibida o el fruto prohibido (para que no nos tachen de feminazis o de machistas descarados, ambas acusaciones hacia un mismo autor... ¿se pueden ser amb@s a la vez?)
El desliz de Roz es cínicamente necesario. Con un marido enfermo, ni empleado ni empleable, que dilapida el salario de Roz en el juego, ¿Qué otra cosa puede hacer que vender su cuerpo al mejor postor? De nuevo subyace la insatisfacción emocional que provoca el juego en solitario con el equipo formado por dos irresponsables.
Finalmente el más ambiguo de los casos es el de Kate del que obviaremos información para no restar interés a los que lo encuentren en el desarrollo. Sólo decir que es el más flagrante caso de ceguera y debe ser analizado con lupa. La locura como resultado de la insatisfacción matrimonial, la indulgencia por necesidad.
En un primer momento, estas tres mujeres son, ante los ojos del espectador, culpables. Las decisiones que las llevan a la acción son voluntarias y, supuestamente, conscientes. A medida que avanza la trama y nos van desvelando el tipo de relación conyugal que tienen, podemos entender que ellas solo reaccionan a esta insatisfacción también causada por sus parejas. Así pues ¿Son realmente ellas tan culpables como la primera lectura indica? La balanza se desplaza al lado opuesto.
Tras la reflexión final, concluimos que la responsabilidad útlima es de uno mismo. La de ellas pero también la de ellos. Ellas por aceptar el sometimiento entregando su cuerpo o su mente y olvidarse de sí mismas. Ellos por buscar la comodidad e ir disponiendo de aquello que van encontrando por el camino, como sus madres les enseñaron que es lo mismo que estas mujeres están mostrando a su descendencia. Encontramos la divinidad del círculo vicioso, el circo vicioso o culo ocioso de vicio.
¿Qué modelo familiar están enseñando y perpetuando? El del patriarcado, el de la mujer como bisagra familiar, ama de casa, efigie estoica, icono de la dulzura que esconde el amargo resentimiento, figura que todo lo puede y acaba siendo a su parentesco lo que Atlas a la bóveda celeste.
El sexo es la guinda del pastel y telón de fondo como perpetrador de los sentimientos que suelen confundirse. Es el antídoto y el veneno que se usa y del que se abusa quedendo en él entremezclados los conceptos que nos llevan a la perdición. El sexo como arma de poder de doble filo que, al final, termina hiriendo a LAS que la blanden. Víctimas y verdugos de su propia sentencia de muerte.
Finalmente, en el mismo lodo sexual se confunden compasión, comprensión, clemencia, tolerancia y todos los descendientes de la misericordia con la miseria, apego, amor, buenismo, necesidad, estima, interés creando el caldo de cultivo perfecto para no saber ni cuáles son los límites de lo respetable, aceptable y sano para nosotros y para los demás.
De no ser por su final, llegaríamos a pensar que estamos ante una obra maestra pero el desenlace nos hace dudar del nivel de conciencia de los creadores sobre la obra.
¿Voluntad o fortuidad? Un ensamblaje como el de "Deep Water" no puede ser accidental. Un par de deslizos a lo "Agatha Christie" (ver concepto en nuestro diccionario) decrementan nuestra admiración pero el recorrido es tan bueno que hacemos la vista gorda sin olvidar que ahí están, pecando de pedigrí.
Recomendable, recomendada pasando a ocupar el segundo lugar entre las series CEC 2020. Gracias Filmin.