EXCESIVA en la cúspide, PERO con BUENísimas REFLEXIoNes DE FONDO
"El nido" ("The Nest") es un drama de televisión de 5 partes que la BBC One estrenó el 22 de marzo de 2020.
El próximo martes 2 de Junio es el día del estreno en Filmin España, y llegará doblada en español. El equipo de CEC SERIES ya se la ha zampado de cabo a rabo y sin respirar, porque lo cierto es que atrapa. En momentos puntuales, uno puede llegar a sentirse abrumado por la frondosidad y el retorcimiento extremo del rizo, marca inconfundible del sello inglés. Pero dosificada con la debida posología, es otra de las delicias a las que nos tiene acostumbrados Filmin.
Emily Docherty (Sophie Rundle, Mrs Walker en la también recomendada "Gentleman Jack" de HBO) y Dan Docherty (Martin Compston) conforman un joven matrimonio que no puede concebir. La hermana de Dan (Fiona Bell, vista en la T2 de "Bloods", también disponible en Filmin), cede su vientre para llevar al hijo de ambos quedando todo en familia. Pero la naturaleza es sabia, o caprichosa, e interfiere para que "The Nest" pueda ofrecernos esta trama de marcado estilo británico entre los parajes de infarto que redondean el visionado.
CRÍTICA SERIE EL NIDO (THE NEST) - FILMIN ESPAÑA
Secretos, mentiras, homicidios y desapariciones con el acento puesto en una joven de 18 años, Kaya (Mirren Mack), que se ofrecerá como madre subrogada levantando tras de sí toda una estela de preguntas y reflexiones sobre la moralidad de los vientres de alquiler, los límites de la ley sobre el cuerpo de las mujeres y las motivaciones reales que llevan a las personas a engendrar. Esta última reflexión llevada al límite de la situación por la que pasa la pareja es brillante, poniendo claramente de relieve que, blandiendo la manida excusa "por el bien del niño", se satisfacen una serie de necesidades internas y egoistas.
Emily y Dan son una exitosa pareja, bien aposentada y económicamente confortable. ¿Cómo OSAR poner en duda su capacidad para ser progenitores? Kaya, en contraposición, proviene de los bajos fondos de la sociedad y utiliza su cuerpo para ofrecer un servicio a cambio de dinero.
¿Qué mal puede haber en eso si existe un mercado en el que unos están dispuestos a pagar por aquello que no pueden tener? ¿Qué legalidad puede impedir o regular que una mujer haga con su cuerpo lo que buenamente quiera? ¿Por qué sería inmoral alquilar un vientre fértil a aquellos que desean tener hijos y no pueden?
En este punto, con la Iglesia hemos topado. Y es que, de fondo y como premisa de partida, nos dirán aquello de que "no es ético" vender el cuerpo. Pero... ¿qué se esconde detrás de ese axioma que no halla anclaje, más que la dicotomía del mundo dictada por otros?
No hay sobre la faz de la tierra un precepto científicamente demostrado sobre el que fundamentar esta opinión. La definición y delimitación del Bien, del Mal, de la ética, de la moral, del respeto, etc..., son los deberes fundamentales que cada ser humano debería tener pendientes para consigo mismo y para con la sociedad a lo largo de toda su existencia. Hallar una definición PROPIA para uno mismo sin el marco socio-cultural de fondo es básico para fundamentar una coherencia y enraizar nuestras acciones sin que se las lleve el viento en función de cómo sople.
Como nosotros partimos de la base principal de la libertad a ultranza y ESE es nuestro punto de salida, todas las reflexiones que hacemos parten de dicho axioma. Es el único y real que hemos comprobado que nos funciona. Es nuestra BASE REAL (ver diccionario CEC de la terminología utilizada) de la que derivan todas las reflexiones posteriores.
En este caso una mujer tiene un cuerpo con el que puede hacer lo que quiera. Y aquí no hay ni éticas ni morales que valgan. Quien se sienta ofendido por esta afirmación tiene un problema de fondo que es única y exclusicamente suyo. Luego se desprenden todo tipo de casuísticas posibles que "The Nest" recopila y expone.
De buenas a primeras: libertad. Por supuesto no entramos a discutir o filosofar sobre si la situación de Kaya hace que la muchacha no tenga otra salida que esa debido a sus humildes orígenes y su expediente social.
La serie estudia meticulosamente esa particularidad extrapolándola a Dan ¿Cómo empezó el fructífero negocio de este hombre impoluto? Las clases bajas no tienen más salida que vender su cuerpo o sus servicios a los pudientes. Por debajo de la mesa, han establecido el mercado negro de la depravación con todo tipo de prestaciones dirigidas a la satisfacción de sus necesidades. Por encima de ella sonríen y hablan de la inmoralidad de los hechos que se van destapando. Si hay prostitución, pornografía de cualquier tipo, burdeles, comercio de sustancias ilegales, armas, vientres de alquiler, etc es porque EXISTE un mercado dispuesto a pagar por ello. Los verdaderos responsables son los mismos que nos embuten la idea de inmoralidad.
El circo se ha puesto en marcha precisamente por aquellos que predican en contra. Así de claro y así de sencillo nos los dejó Charles Bukowski, uno de nuestros artistas de cabecera, en "Genius of the crowd". Sí, un borracho que nos embriaga con sus efluvios de veracidad.
O como cantó Kurt Kobain en "Serve the Servants" de Nirvana. ¡No gracias, no más!
"The Nest" termina apocalípticamente, dejando BRILLAR que aquí los únicos que acaban pagando las irresponsabilidades de otros son los más indefensos: léase los niños, los pobres, los necesitados. ¿No es acaso más inmoral aprovechar la carencia de otros para nuestro propio beneficio? Y por falta, carencia, miseria o necesidad entendemos la generalidad. Los trabajadores, los hipotecados, los mendigos de amor, los que limosnean atención, los que suplican misericordia, aceptación y los que necesitan necesitar para mantener viva la llama de la existencia.
