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Esta es una serie de historia alemana dedicada a la batalla entre el ejército romano y las tribus germánicas en el año 9 d.C. El destino de tres amigos de la infancia decidirá la histórica batalla en el bosque de Teutoburgo.
Bajo el liderazgo del gobernador Varus (Gaetano Aronica), los ocupantes romanos exigen terribles impuestos a las tribus germánicas. Las tribus no pueden defenderse porque las escisión entre ellas y la enemistad que se profesan es demasiado grande como plantearse luchar juntas contra el Imperio.
Para expresar su desacuerdo con la política impositiva romana, la hija de Segestes el "traductor" de Cherusca, Thusnelda (Jeanne Goursaud,"Bullyparade: The Film"), y el guerrero Folkwin Wolfspeer (David Schütter, "3 ángeles para Charlie"), que son pareja en secreto, quieren demostrar que los romanos no son invencibles. Para ellos, hacen incursión en el campamento romano y les sustraen la gran águila dorada con la que someten y humillan a los germanos.
La ofensa debería costarles cara. Para vengarse, Varus envía a su hijo adoptivo Arminius (Laurence Rupp), a dar una lección a los alemanes.
Sin embargo, Arminius está conectado a Thusnelda y Folkwin como veremos. Ello lo impulsará a tomar partido en el bando opuesto al de su padre adoptivo. Gracias a los tres, lograrán unir a las tribus en guerra y concentrar la fuerza en el único objetivo de sublevarse contra los romanos.
El levantamiento culmina en una batalla importantísima contra la superpotencia romana en el bosque de Teutoburgo que le hizo perder una octava parte de su fuerza total al imperio romano.
Crítica de serie: BÁRBAROS (Barbaren) - cec series
Bajo un manto de previsibilidad se unen el hambre con las ganas de comer. Los lectores habituales de CEC ya sabrán que entre nuestras preferencias no se encuentra la violencia, el gusto por la sangre sin otro contenido que la recreación de una parte de la historia.
Que no nos cuenten milongas adornadas con tía buena+ tío bueno, fornicación, sexo llamado amor y toda la retahíla de clichés que acompañan una producción hecha para tener éxito.
"Bárbaros" es un bárbaro coñazo de pretendido atavío histórico. La semana pasada "La Revolución" nos decía lo siguiente:
"Dicen que la historia la escriben los vencedores. Olvidan decir que se reescribe con el tiempo, transformada por los libros, reinventada por los que no la vivieron"
Pues nos tomamos muy a pecho esta sentencia porque creemos en ella a pie juntillas. Sinceramente, la serie podrá gustar a los forofos del género "Vikings" y demás, pero no aporta absolutamente nada a nivel seriéfilo.
Las actuaciones son de cartón piedra, excesivamente teatrales e inverosímiles, igual que los estáticos decorados de poblados despoblados de alma. Empujados por una ira hipertrofiada, nos encontramos con formidables hazañas más propias de superhéroes que de hombres. Folkwin Wolfspeer se mueve a la velocidad del rayo igualando la del caballo de Arminius al galope, Berulf aguanta como un jabato el golpe que hubiera terminado con la moral de un alcoyano ni qué mencionar los puñetazos al uso que dejarían en fuera de juego a cualquier mortal.
El pollo que se monta en torno al robo del águila se vuelve patético y ocupa un injustificado minutaje dándonos a entender que no hay mucho más que contar de este episodio de la historia. Quizás hacer de él una serie ha sido desmesurado y que una película hubiera podido ser más que suficiente. El robo de un símbolo como desencadenante de una batalla dice muy poco en favor de nuestros ancestros y nos cansamos de marear tanto la perdiz imperial.
"Bárbaros" utiliza la fórmula clásica de la historia de amor de toda la vida para hacernos digerible un refrito en la producción "seriechurrófila" de la factoría Netflix.
