La serie está inspirada en los personajes y acontecimientos detrás del escándalo de corrupción 'FIFA Gate' de 2015. A los que les gusta el fútbol y los casos de corrupción a diversos niveles, "El Presidente" será un deleite para todos los sentidos. A los que no, mejor que ni lo intenten.
El jovencísimo Sergio Jadue (Andrés Parra, "Pablo Escobar: El Patrón del Mal"), de 31 años, acaba de ser nombrado presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP) y seguidamente segundo vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Nacido en 1979, en 2007, con sólo 28 años de edad asumió el cargo de presidente de la Corporación Club de Deportes La Calera. Dos años más tarde, el club ascendía a primera división tras 26 años en segunda. ¿Un buen gestor?
Jadue surgió de la oscuridad para convertirse en una pieza clave en una conspiración de soborno de $150 millones a manos del presidente de la asociación argentina de fútbol, Julio Grondona (Luis Margani). Catorce personas fueron acusadas en mayo de 2015 de fraude, crimen organizado y lavado de dinero tras una investigación encubierta del FBI que duró varios años. Siete funcionarios de la FIFA fueron arrestados en el "Hotel Baur au Lac" en Zúrich el 27 de mayo. Se preparaban para asistir al 65º Congreso de la FIFA, dentro de cuyo programa figuraba la elección del presidente de la FIFA. Entre dos candidatos, se hallaban el expresidente Joseph Blatter (Abián Vainstein) y el príncipe Ali bin Hussein.
La imagen que nos devuelve "El Presidente" de Jadue en particular es la de una alimaña detrás de la cual opera su mujer Rosario (Karla Souza, "How to Get Away with Murder") con las mismas ansias de poder que la mujer de Francis Underwood (Kevin Spacey), Claire Underwood (Robin Wrigth) en "HOUSE OF CARDS".
Crítica de serie EL PRESIDENTE - CEC SERIES
A pesar de que nos gustan las series de escándalos financieros, mafias y demás artimañas políticas soterradas, "El Presidente" no ha logrado despertar el gusanillo de la intriga.
Y hay que decir que el producto es bueno, que las actuaciones son excelentes y los personajes están brillantemente caricaturizados. No nos ha gustado ni ha habido manera de encontrar el cabo suelto por el que engancharnos.
El fútbol no nos interesa más que a nivel humano porque condensa y refleja las tácticas y estrategias que se siguen en la macroeconomía de un país. Si uno quiere saber cómo actuan los lobbies empresariales, que mire la sección de deportes de cualquier telediario y trate de hacer abstracción de la temática principal.
Separando el grano de la paja, obtendrá un máster en economía sin pasar por la universidad y cuyos conocimientos le serán de aplicación práctica y directa en su cotidiano. Pueden incluso servir como protección contra los depredadores que se esconden en cada organización agazapados en las sombras y preparados para saltar a la yugular del que parece más débil, del herido, del inocente o del mayor. O de los infectos insectos oportunistas que se arrastran rastreando las ocasiones de brillar cuando el hueco se presenta por despiste de otros.
Por H o por B (no la infame serie que nos presentó con descaro HBO España ayer), ambos perfiles existen en cada ámbito de la vida y es de imperante necesidad estar informados y haber trarzado los principales rasgos característicos de estos personajillos que oportunamente se ciernen sin escrúpulos sobre el despistado. Como la hiedra, el trepador encuentra la menor brecha por la que colarse e ir haciendo mella. Cuidado con los "Puñales por la espalda" en "La Casa de las Dagas Voladoras"
Por esta parte, "El Presidente" era uno de los estrenos más ansiados y que mayor decepción nos ha causado por no haber logrado satisfacer nuestra curiosidad.
Al ser un caso real de corrupción, la serie empieza coja dando por supuesto que el espectador sabe quién es quién en el tablero de juego creando un desenganche desde el primer momento. No es hasta bien entrado el primer episodio que se disponen todos los jeques sobres sus butacas en círculo y uno empieza a colimar y a leer entre líneas. No obstante, ya es demasiado tarde y nuestro cerebro se ha desconectado de la trama.
Sentimos decir que la serie es para un público muy determinado y que aquellos con tragaderas tan amplias como las nuestras sin especialización pero buscando específicamente los elementos "humanos" quizás se pierdan por el camino, como nos ha pasado a nosotros.
Somos rastreadores de nervuras no de periferias y, por lo tanto, escudriñamos todo lo latente y enterrado. Cuanto más complicado es el desarrollo de una serie, cuanto mayor número de personajes necesite, más tiempo ocupa en la presentación de los mismos y menos espacio deja para la profundidad. Es lo que le ocurre a "LA UNIDAD" o a "GANGS OF LONDON". Demasiado espectáculo con los ojos puestos en sobresalir del panorama por los fuegos artificiales no por el contenido.
"El Presidente" es, sin embargo, diferente a las dos anteriores. Sí que le vemos la voluntad de explicar y seguir aquellas causas humanas internas, la intención se nota rápidamente poniendo énfasis en presentar a Segio Jadue en los primeros minutos como una sabandija mentirosa que ha ascendido no por méritos propios sino por renuncia de los demás. La intención se declara nada más comenzar con la descripción del jugador Morales y todos los buitres que se mueven alrededor de las estrellas y se alimentan del talento de otros.
Tiene destellos que sirven de gancho en momentos demasiado puntuales pero que no operan de tónica y, por lo tanto, nos alejan.
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