"El arte de ser feliz explicado en 50 reglas para la vida", de Arthur Schopenhauer

Opinión(es): Manejable y pequeña delicatessen pero llena de sabiduría, no cae en la patética auto-ayuda: abstenerse aquellos que busquéis frases o razones para vivir o encontrar la felicidad. Este libro no las da, es más, apoya el sinsentido vital. Es posible que tras las 10 primeras páginas os queráis suicidar.

Es una muy buena lectura para saber leer las cosas con un poco más de sabiduría y sin tantas dosis de "humanidad" y "chimpanceísmo". Es bueno saber todo cuanto nos cuenta, es extremadamente recomendable para aquellos ofuscados mentales que bailan al ritmo de los tambores del jefe, del compañero, de la vecina... Es necesario para ahuyentar la necesidad humana socialmente establecida del "y yo más". No vais a ser ni mejores ni más atractivos diciendo "y yo más", vaya esto por delante.

 

Es realmente esclarecedor y, de nuevo, debería ser de lectura obligatoria en las escuelas y, posteriormente, una vez al año que, como se dice, no hace daño. Voy a comentar las tres primeras de las 50 reglas básicas que se nos ofrecen para ser más feliz. Que cada uno decida luego si vale o no la pena enfrentarse a uno mismo:

 

Característica de la filosofía de Schopenhauer: Para empezar, decir que Schopenhauer no entiende la felicidad en términos de los que nos han hecho creer que la felicidad es la alegría constante. La perpetua búsqueda de la felicidad es la causa de la infelicidad por no llegar nunca a ser felices en términos sociales y por lo tanto, Schopenhauer sienta las bases de un nuevo tipo de felicidad que no es el que nos han heho creer, como de costumbre. Para Schopenhauer la felicidad es una quimera y el hecho de serlo nos condena a la infelicidad constante de la búsqueda de la felicidad.

Por eso, en pos de esa búsqueda y llevando la felicidad por bandera, nos hallamos ante los comportamientos típicamente humanos estúpidos y manipulados por el sistema.

Comprarse una casa con jardín (que CONDENA a una hipoteca prácticamente toda la vida), tener un hijo pensando que es la solución ante un matrimonio en crisis o ante un vacío propio, cualquier tipo de materialismo que se quiera poseer porque con éste se pretende rellenar un hueco en nuestro "ser" que no hay forma de saciar: es nuestro vacío existencial original inherente al ser humano y que, por el hecho de SER, ya tenemos o llevamos de serie.



De aquí se deriva una muy larga lista de etcéteras que cada uno sabrá. Por cierto, el querer tener a la mujer más guapa, más delgada o al hombre más musculoso y más joven y más y más también forma parte de este querer tener o pensar que teniendo ESO, seremos más felices. Este último apunte no es gratuito puesto que, como he dicho, es una lectura que recomiendo encarecidamente durante el verano... y durante el verano ya se sabe lo que ocurre con las parejas, sus discusiones, sus rutinas veraniegas prácticamente los obligan a soportarse las 24 horas del día durante un mes cuando, durante el resto del año, sólo se ven un rato al día y los fines de semana. Ojo con estas cosas, leed el libro. Por cierto y ya que me va de paso, el trabajar tanto forma parte de todo lo que estoy hablando ¿Por qué se trabajan tantísimas horas? Dinero y tiempo... y no doy más pistas, que cada cual analice su situación particular que para eso tenemos la cabeza.

Por lo tanto, una primera cosa que el lector debería hacer es pensar en QUE es la felicidad a título personal. Qué es aquello que le hace "feliz". En cuanto al último párrafo se refiere y junto con esta frase, Schopenhauer saca a relucir una clasificación de los deseos según Epicuro (muy gran filósofo también y totalmente admirado por su ataraxia). Y dice así:

Creo que esta es una de las claves para encontrar un equilibrio espiritual que, desde luego, responde a una austeridad. Y es que la sociedad del consumo nos ha hecho mucho daño a los que vivimos en ella porque nos han hecho pensar que teniendo más seremos más felices. Y han utilizado la felicidad como la excusa para v ender cualquier cosa. Felicidad que, por otra parte, no deja de ser un invento más para vendernos hasta el aire. Y, naturalmente, es un invento que ha calado estupendamente porque todos nos sentimos vacíos de algo. Lo que el humano no entiende o se niega a entender, es que no hay nada que se haya inventado sobre la faz de la tierra que sea capaz de borrar o alejar esa sensación de vacío. Las claves residen en uno mismo y pasan por el autoconocimiento y la autocomprensión. Nada más.

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REGLA Nº 1: No es más que una desmitificación de lo que nos han vendido como felicidad y que, con el tiempo, vamos descubriendo lo que es la INFELICIDAD.

Pasa lo mismo con las personas, aprovecho para derivar la metáfora. Y es que aquello que promete en la lejanía no es más que una mentira que no llega nunca. Aquél que mucho promete no es más que un farsante. Hay que acotar el círculo de amistades a los resultados inmediatos, como el dolor y el sufrimiento que son reales y ofrecen su presencia inmediata sin prometer y sin dibujar algo inalcanzable en las lejanías.

Hace referencia a Aristóteles con "Ética a Nicómaco": "El prudente no aspira al placer, sino a la ausencia de dolor".

Por lo tanto, su regla número uno es el asentar una nueva definición sobre la cual va a desarrollar el resto de reglas. Así que si no os ha gustado esta nueva definición de felicidad que concibe la felicidad como la ausencia de dolor, ya podéis buscaros un buen libro de auto-ayuda que os revierta el efecto Schopenhauer porque siento deciros que lo que habéis leído hasta ahora ya deja huella para toda la vida.

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Creo que no hay nada que comentar pues es de una lucidez excepcional. Supongo que muchos estaréis pensando que este tal Schopenhauer era un ser amargado y que, teniendo en cuenta su biografía seguro que estaba enfermo de la cabeza. ESO, ese es precisamente el comportamiento que hay que DEJAR de tener y reeducar los sentidos y los pensamientos. Dejar de tener a prioris que nos conducen precisamente dónde siempre han querido los poderosos que fuéramos. No, la vida nunca es lo que nos pensábamos que era, todo lo que nos han explicado de jóvenes es MENTIRA. MEN- TI- RA. Los cuentos no existen. NO EXISTEN. Son espejismos de las frustraciones de los humanos que existieron mucho antes que nosotros. Nada de lo que nos dicen nuestros padres es verdad y en la escuela nos embotan la cabeza con, hablando claramente, MIERDA. Mierda que pensamos que nos va a servir de algo en nuestra vida. Mierda de conocimientos geográficos, económicos, matemáticos... que sólo hacen que distraer nuestra atención de lo que realmente nos debería importar... una vida plena de autoconocimiento. Y cuando llegas a cierta edad y todo el mundo te ha zarandeado de aquí para allá, cuando todo el mundo se ha limpiado el culo contigo y ha saciado sus intereses con tu pobre buena voluntad y tus traumas y fracasos, entonces piensas... "joder, cuánta razón tenía el tal Schopenhauer aquél... que gilipollas fui al pensar que era un amargado de la vida". Demasiado tarde, demasiado tarde para enmendar las cosas. Las cartas de la vida ya están a punto de agotarse...

Libros como éste son necesarios para no cagarla demasiado durante la existencia. Es de vital importancia leerlo, de verdad os lo digo y no porque a mí me pueda interesar nada de vosotros. No voy a comisión ni nada por el estilo.

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