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Lunes, 31 Mayo 2010 20:57

Electric Prunes

Escrito por  Publicado en Garage Rock

A pesar de ser una de las bandas de referencia en cuanto al sonido psicodélico y garage norteamericano se les recuerda casi exclusivamente por el tema "I Had Too Much To Dream (Last Night)". Formados en 1965 fueron el arquetipo de banda capaz de usar el estudio de grabación como un instrumento más a su servicio. Las innovaciones que aplicaban en el campo de los efectos para la guitarra no tenían límites: guitarras en reverso, efecto sitar, slide, distorsiones y feedback.



Ellos no crearon nada pero sí ayudaron a divulgar y perfeccionar muchas de estas técnicas con las que casi inmediatamente otros se hicieron célebres. Su primer álbum "I Had Too Much To Dream (Last Night)" The Electric Prunes - I Had Too Much to Dream reunía brillantes joyas de inequívoco sabor a ácido y canciones de relleno francamente vergonzosas y vergonzantes. Para su segundo Lp "Underground" (1967) The Electric Prunes - Underground tuvieron algo más de control creativo y firmaron su mejor trabajo con bombazos que apenas tuvieron repercusión en las listas de éxitos.

A partir de ahí la cosa fue decayendo. Se dejaron guiar por un productor llamado David Axerod y se embarcaron en un proyecto aparentemente más experimental, una especie de misa-rock en clave psicodélica que fue un triunfo artístico: "Mass In F Minor". Sus miembros fueron dejando el grupo mientras grababan el disco y David Axelrod tuvo que terminarlo con músicos de sesión, para montar después otra banda con el mismo nombre con la que grabó el disco "Release Of An Oath" The Electric Prunes - Release of an Oath, en una onda parecida al anterior, y que se separó tras editar dos álbumes de escaso éxito.

Era obvio que no habían alcanzado la misma repercusión artística que la formación original; aun así el nuevo sonido de los Electric Prunes quedó inmortalizado en la película "Easy Rider", más concretamente aquella pieza titulada ‘Kyrie Eleison’, que suena sacada de una iglesia y su razón de ser tiene; pues formó parte del disco conceptual “Mass in F Minor” del que ya hemos hablado, una ópera psicodélica con aires religiosos y cantada en latín. La pieza musicaliza además uno de los momentos más impactantes de la película, cuando los protagonistas consumen LSD y emprenden un viaje de aquellos como Dios manda.