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Las pruebas que se realizan en los castings no difieren en el fondo demasiado de las típicas entrevistas de trabajo. Hay que explotar lo mejor de nosotros para intentar que nos vean más que a los demás candidatos. Pero sobretodo, difieren en una cosa.
No me canso de decirle a mis actores que al hacer una prueba, es muy importante que olviden totalmente lo que ellos creen que el director de casting estará buscando. Lo único que hay que hacer es ir, presentar la prueba de una manera inteligente y esperar que tu perfil sea el que estan buscando. Naturalmente existen trucos para desarrollar mejor o peor esa prueba.
Normalmente anterior al casting nos suelen dar un texto de una escena que nos harán trabajar con otros actores. Muchas veces no nos lo envían por correo sino que nos la dan cinco minutos antes de llamarnos a actuar.
Muchos actores dicen “si me lo hubieran dado para trabajarlo en casa lo hubiera clavado”. Resentimiento y pérdida de tiempo pensar eso, porque en esos cinco minutos que nos dan, tenemos tiempo suficiente para buscar las claves del éxito. Los hay que se leen una vez el papel que nos han facilitado y dedican los 4 minutos restantes a hablar con el resto de candidatos, ya que muchas veces se suelen encontrar siempre en los mismos sitios.
En cualquier caso, sea antes o después que nos faciliten el texto, lo primero que tenemos que hacer es leerlo bien marcando algunas pausas consideradas a groso modo, por intuición.
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Tenemos solo 5 minutos a veces para preparar esto así que hay que concentrarse en pensar más que en desarrollar. Importante para estas pruebas es buscar aquello que nos pueda hacer crecer en escena y voy a citar algunos ejemplos:
-El teatro tiene el texto y el subtexto. Por eso existen las acotaciones. Las acotaciones no són nada despreciables, porque nos da una idea real de lo que se pretende explicar.
-No os obcequéis en querer interpretar la obra en una escena. Si conoceis la obra, podeis utilizar esa información, pero recordad que sólo tenéis esa escena para mostrar lo grandes actores que sois, así que centraros en la escena y no le deis tanta importancia al conjunto. No os escudéis en el clasico “yo no se de que va esto”. Si no conocéis la obra, a veces, tenéis mucho ganado.
-Buscar precedentes que hagan a vuestro personaje más interesante. Da igual como sea el personaje. Hay que situarse en él como si fueramos nosotros mismos y seguro que si lo juzgais lo sentenciais al fracaso.
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-Imaginaros donde está ocurriendo la escena. Si vosotros veis ese lugar, lo verán los examinadores y ganareis en energia.
-Apostar por el sí y por el amor. Muchas veces no tiene que estar visible en la escena pero negar (sobretodo en improvisaciones) deja a la escena floja y sin importancia. El amor es el auténtico motor de las escenas y eso transmitirá una fuerza que los directores esperan ver.
-Todo lo que ocurre en teatro debe ser un gran acontecimiento. Los descubrimientos en escena sobre algo que cita el texto o sobre un subtexto inventado o patente dará más energía a la prueba. Siempre que se pueda descubrir cualquier cosa en escena, sin sobrecargas.
Una vez dicho todo esto, quizá lo más importante para mí es no hundirse ante miles de noes. Los actores, como los comerciales, tienen que ser rechazados algunas veces para poder encontrar una oportunidad. Así que no os rindais que ese es el proceso normal.