Nebraska es una road movie que narra un viaje sentimental entre padre e hijo, rasgando a lo largo del camino el mundo interior en el que se ha sumergido el entrañable Woody Grant.
El viejo Woody, es un anciano alcoholico, con síntomas de demencia senil que es víctima de un timo. Convencido que le ha tocado un premio y se ha hecho millonario, intima a su hijo David hasta convencerle para que le acompañe a Nebraska a cobrar el supuesto boleto premiado.
Así es como padre e hijo se embarcan en un reflexivo, intenso y penetrante viaje por la América más profunda.
A lo largo del recorrido caracterizado por gélidos paisajes y deshabitadas calles, David se relacionará con la figura de un padre, hasta el momento desconocido por él.
Un melodrama emotivo, triste y melancólico que nos toca muchos puntos del alma y nos muestra una patética realidad a través de la familia Grant y su cálido patriarca, el cual nos conquista desde el primer minuto de la película con su cansada pero penetrante mirada hacia su horizonte interior.
Nebraska nos adentra a través de una historia familiar, en el mundo de las quebrantadas relaciones parentales.
Nos plasma un auténtico retrato de la vejez y las reacciones que conllevan sus enfermedades en los seres más cercanos.
Nos muestra la bajeza humana ante una situación inesperada con un trasfondo donde el dinero es el protagonista.
Y nos hace reflexionar ante la historia de una vida al borde de la locura y la evanescencia.
Destacar también los personajes protagonizados por Bob Odenkirk (Saul Goodman, Breaking Bad) que interpreta al hijo mayor de Woody y la espectacular June Squibb, mujer de Woody. Ellos forman parte de este peculiar cuarteto familiar que protagonizan el filme de Payne.
Aplaudimos el guión inteligente y lleno de ternura de Bob Nelson que nos cuenta una historia distinta envuelta en un acertadísimo decorado vestido en blanco y negro, que nos deleita con la extraordinaria fotografía del gran Phedon Papamichael y nos enamora con la melódica música de Mark Orton.
Ingeniosa, emotiva, preciosa, dulce, encantadora, brillante y majestuosa obra maestra del cine que recomendamos incondicionalmente a todos los amantes del séptimo arte