Lo sobrenatural sigue de moda, eso es algo incuestionable; sin embargo, parece que las tornas van cambiando lentamente.
Primero fueron los vampiros y hombres lobo, luego los cuentos de hadas y ultimamente parece que el siguiente capítulo son las brujas. Dos estrenos de esta temporada apuntan en esa dirección: Witches of East End y Salem (WGN América).
Artículo encadenado CEC SERIES (1): Reseña de Witches of East End, la serie de brujas de Lifetime
Sin embargo, no pueden ser más diferentes entre ellas. Mientras que "Witches of..." es un 'Embrujadas' moderno, Salem se adentra en el lado más oscuro de la brujería, con sapos sin ojos, sacrificios humanos, posesiones y vísceras de todo tipo...
Pero empecemos por el principio: Salem es el título de la serie y, como es evidente, el nombre del famosísimo pueblo americano al que hace honor.
En esta ocasión conoceremos a dos personajes principales, Mary y John (que tópico ¿verdad?), dos enamorados que viven en el epicentro del puritanismo en pleno siglo XVII. Con la caza de pecadores en marcha, John decide irse a la guerra para algún día volver y sacar a Mary de ese antro.
Pero tarda siete años en volver...
Para entonces, Mary habrá tenido que tomar una decisión que cambiará su vida: ofrecer su hijo no-nato al diablo para no tener que sufrir la caza por ser madre soltera, y, ya que estamos, también para obtener unos cuantos poderes a cambio.
Y es que Mary ha hecho su pacto con el diablo y se ha hecho bruja. Para cuando John vuelve, ella se ha casado con el máximo dirigente del poblado y se ha convertido en una rica y poderosa ciudadana, que utiliza su posición para hundir desde dentro a los puritanos, poniéndoles a unos contra otros.
Y aunque Mary no está sola, ya que funciona con un aquelarre con un plan muy definido, la vuelta de John va a suponerle una marea de emociones contradictorias, y más cuando John decida quedarse para poner orden entre tanta locura 'anti-brujil'.
La serie sigue un formato parecido al de True Blood o American Horror Story (que también trató el tema de las brujas en su tercera temporada), con escenas de sexo, sangre y vísceras volantes.
Estas brujitas son plenamente negras (una de ellas de forma literal), y no se van a andar con chiquitas en sus planes maquiavélicos, con posesiones infernales incluídas. Pero también la serie tiene un transfondo telenovelesco, con intrigas de poder, de amor y de sexo. Así se asegura atraer y enganchar a más público, como quedó demostrado la noche de su estreno, que fue el sábado 20 de abril
Lo mejor: El casting está dando mucho de sí. Tanto la protagonista femenina, Janet Montgomery (irreconocible desde su papel de Martina en Made In Jersey), como Shane West (que parece el antepasado perdido de Sawyer, en Lost) bordan los papeles, y la química entre ellos es palpable.
Lo peor: Si la serie deriva hacia los amoríos imposibles, perderá puntos, por más que enganche a más gente.
Imprescindible si: Eres fan incondicional de producciones tipo True Blood.
Olvídate de ella si: Te marea la simple visión de sangre.
Nota: 7,5 (y subiendo tras el visionado del segundo capítulo).