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Martes, 14 Abril 2015 11:53

Hacer el ridículo, otra arma de los políticos.

Escrito por  Publicado en La columna de Trajano

Esperanza Aguirre baila flamenco, canta sus temas de infancia (de esto hace mucho ya) y declara que es "una pija pata negra" en telecinco.

  • Las redes sociales se incendian.

Felipe González se sienta en el nuevo Chester de Pepa Bueno (gracias Risto) y declara que "Pablo Iglesias se parece a Aznar".

  • Las redes sociales se incendian

Pablo Iglesias responde que "él y Aznar se parecen más que nadie".

  • Ya sabéis...

Los políticos son carne de la carne del pueblo. Hay 500000 maneras de hacer el ridículo. La mayoría de ellas nos las pueden presentar como 'simpáticos': en el primer momento, todo el mundo entonará una crítica en su twitter, o se mofará de ellos. Al cabo de unos días, lo comentará con sus amigos o conocidos tomando un 'relaxing cup of coffee'.

Más a largo plazo, lo que en un principio era un ridículo espantoso, acabará calando en nosotros. Y es que, en el fondo, la filigrana del ridículo puede estar tan bien acabada, que nos puede quedar un cierto aroma a simpatía.

Claro está que hay otros ridículos que son apestosos: hablamos de los ridículos machistas, con aires de superioridad, chulescos, agresivos, racistas... Estos merecen la condena contundente e inmediata de la mayoría de los seres humanos.

Y, sin embargo, a pesar de la repugnancia ética y moral que en un principio nos provocan, de nuevo no dejan de mostrarnos a los políticos como personas que son carne de nuestra carne. Como más inhumanos sean -o se presenten-, más humanos y cercanos les puede encontrar el pueblo.

Esperanza Aguirre se ha equivocado miles de veces (y no hablamos de los últimos incidentes), pero es la gran esperanza del PP para no perder el poder en la capital. Pero solo ella tiene este ridículo de derechona, castiza, chuleta, que le hace un tronco propio y vigoroso ante la opinión pública.

Rajoy y sus hilillos del Prestige (la culpa es del barco), Aznar y sus mensajes apocalípticos que nos metieron en una guerra, Fraga y sus discursos sonrojantes, en los que la palabra ridículo se tornaba benevolente. Todos ellos son personajes que han pasado a nuestra Historia como país, y que han sido o serían reelegidos por el pueblo.

Ahora que se acercan las elecciones, unos cuantos puntos más sobre los que deberíamos reflexionar, aunque seguro que no lo haremos

  • Ridículos.
  • Trending topics. 
  • Somos maleables.
  • La insoportable levedad del ser humano.

Si hay una sola alma que repara en ello, servidor se dará por satisfecho y no pensará que, escribiendo este artículo, ha perdido el tiempo o ha hecho el ridículo. En mi caso, preferiría que ningún ser humano me considerara carne de su carne.