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Miércoles, 13 Octubre 2010 09:04

La estupidez humana (III): El caso Sergio Ramos y su comentario sobre el catalán: Basta de seguirle el juego a los medios. Llamada a la reflexión general en un tiempo de crisis extrema

Escrito por  Publicado en Demasiado Humano
Un país perdido

Image by Ramón Peco via Flickr

 

Si alguien no sabe de qué hablo, que vea el video del comentario "polémico" de Sergio Ramos sobre el catalán y verá de qué va la cosa.
Igual se está haciendo un 'gra massa' de todo esto. Apuesto a que Sergio Ramos y Piqué se partieron el culo después de la rueda de prensa...

Es como si yo le digo a la camarera lesbiana de mi curro, que se aguante el pene con las dos manos cuando vaya a mear, porque no apunta bien y lo pone tó perdío. ¿Soy homófobo por decir eso? Seguramente si me oye alguien que no sabe de qué va el rollo que nos traemos ella y yo, pues sí. Pero, ¿y si es un cachondeíto que nos traemos entre nosotros? ¿Acaso debo pedir disculpas por hacer según qué bromas con según quien, sólo porque haya quien se pueda sentir ofendido? Lo siento mucho, pero no.

Es más, extrapolándolo al ámbito político, si tanto bombo le damos a este tipo de cosas y publicitamos las palabras de alguien como Ramos, lo único que conseguimos es poner más en contra aún de Catalunya, a los españoles que creen que España es indivisible. Les estamos dando argumentos de sobra para tratarnos como nos tratan. Da la sensación de que los catalanes (y me refiero a los que vivimos en Catalunya, no sólo a los nacidos aquí) seamos un pueblo acomplejado en extremo. Tanto, que incluso las palabras jocosas de este chico nos duelen como si hubieran entrado las tropas del ejército franquista de nuevo por la Diagonal.

 


¡España se rompe!

Image by Sr. Cornejo via Flickr

Señores periodistas en general -y deportivos en particular-, basta ya de inventarse casos donde no los hay. Basta de crispar al personal, que ya tenemos bastante con la que se nos está cayendo encima, como para intentar distraer al personal con mierdas de este calibre.

Bien está que tengan que vender periódicos, rellenar espacios televisivos y tertulias de lo más variado, pero joder, encima no nos tomen por idiotas con ese descaro.
Lo peor de todo es que la gente (entre los que a veces me incluyo) cae en la trampa y le siguen el juego a los medios, alimentando el bulo con la pasión con la que deberían educar a sus hijos (en el más amplio sentido de la palabra), buscar un trabajo o cumplir con sus obligaciones.

A veces da la sensación de que vivimos en un estado de letargo que no nos permite plantearnos el por qué de absolutamente nada. Perdemos las fuerzas en debates estúpidos y estériles como comentar las palabras de un ricachón cuasi analfabeto o si la tal Belén Esteban podría governar el país (por Dios, que no le den la oportunidad o acabaremos como algunos países que prefiero no nombrar), cuando resulta que hemos tenido que destinar miles de millones de euros de nuestros impuestos, a salvar a los bancos y cajas, mientras que nadie pide responsabilidades políticas, sociales o de cualquier tipo, cuando vamos camino de los 5 millones de parados (en un país de algo más de 40 millones de habitantes, ¡ojo!).


Sergio Ramos

Image by angad84 via Flickr

Cuando tanto una como la otra fuerza política del país, no están haciendo nada por sacarnos de este atolladero, en el que nos han metido en gran medida sus políticas económicas, basadas en la especulación. Le damos tanta importancia a que Andrés Pajares y su familia no se hablan, que nos olvidamos de que el infame Evo Morales, un hombre que debería ser ejemplo de cordura y educación para todo un país, arregla sus problemas a patadas, dándole así la razón a los que usan la fuerza para solucionar sus conflictos, sean de la índole que sean. Resulta que si Maradona abre la boca y suelta cualquier barbaridad, todo el mundo aplaude y le ríe la gracia, pero nos olvidamos de que ese personaje es el paradigma de la pereza, el poco amor (ninguno, hablemos en serio) al trabajo, la falta de compromiso, el divismo, el narcisismo, el extremismo y la arbitrariedad más absolutas.

La verdad es que en un país en el que vamos por el Gran Hermano 10 (o no sé cual), triunfa algo como Crepúsculo, Piratas del Caribe o la Roja, en el que el índice de fracaso escolar, laboral o sanitario sube año tras año y en el que hasta la DGT miente en sus cifras, no se podía esperar gran cosa. Pero, ¡cojones!, ¡almenos alguien podría siquiera aparentar que le interesa lo que está sucediendo!

En fin... Ya sabéis, la estupidez es inherente al ser humano. Por eso hay dos tipos de personas: Las que están convencidas de su estupidez y las que te quieren convencer de ella.
Por lo menos aún nos queda la esperanza de que los Mayas y otros visionarios personajes de la historia tuvieran razón, y dentro de dos años, en 2012, el mundo se vaya a la mierda y nos dejemos de gilipolleces. No caerá esa breva, que decía mi adorada abuelita... Y si no cae y el mundo sigue, pues así podré seguir pagando los 30 mil euros de coche que me pienso comprar el año que viene. Esa será mi contribución a la estupidez mundial.