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Lunes, 27 Febrero 2012 13:48

Aforismos del filósofo perruno (III)

Escrito por  Publicado en El perro filósofo
Dame tu mejor perfil .. jajajaj

Dame tu mejor perfil .. jajajaj (Photo credit: Rodrigo Basaure)

El filósofo perruno estima y reconoce cualquier gesta, logro o triunfo deportivo de las personas, exactamente igual que observa cualquier logro, cabriola o aptitud física de cualquier otra especie animal.

El filósofo perruno es la mejor pareja, pues sabe cuidar lo suyo como nadie, y es el mejor amante, pues para él la sexualidad no es fornicar animalmente como lo hacen las demás personas, sino un acto sagrado de despertar y nutrirse de la ''sakti '' o inagotable energía femenina...

El filósofo perruno aprecia enormemente las maquinarias y sus mecanismos, los trabajos artesanos y los manuales, pero no soporta mancharse las manos ni sudar en exceso.

El filósofo perruno, como persona, es limitada y frágil ante el dolor ajeno, como cualquier otra, ni es el más listo, ni el más guapo, ni el mejor en nada, ni por supuesto la mejor persona. Sólo cuando piensa es un ser superior.

El filósofo perruno no pierde su tiempo intentando crear arte, su vida es su propia creación artística. No escribe poesía, pues su vida es su mejor poema.

El filósofo perruno choca siempre con un difícil problema que solventar: que todo cambia constantemente...

El  filósofo perruno tiene un problema que le acojona enormemente: la fría y larga eternidad, en un frío, oscuro y húmedo ataúd. Sin embargo, acabar convertido en un fósil no le desagrada tanto.

El  filosofo perruno tiene, ante todo, un buen trabajo que hacer: instaurar una sonrisa en su interior y otra en su exterior.

El  filósofo perruno sabe que para conseguir lo mejor de cada una de las cosas, tiene que sumergirse con esfuerzo en lo más profundo de ellas.

El  filósofo perruno es como una caja de fósforos: coges uno, lo rascas bien y produce una pequeña explosión de luz y calor que abrasa todo lo de su alrededor, luego rápidamente se va extinguiendo hasta apagarse y no quedar absolutamente nada: así es la vida del filósofo perruno.

El  filósofo perruno no busca el sentido de la vida, sino el sentido de la muerte, y es en la vida donde tiene la misión de encontrarlo.