Imprimir esta página
Viernes, 08 Marzo 2013 20:12

POST MORTEM: Así me hice vegetariano. ¿Y tú?

Escrito por  Publicado en El mundo de René
English: Loma Linda University Vegetarian Food...

English: Loma Linda University Vegetarian Food Pyramid (Photo credit: Wikipedia)

Fue el otro día, mientras veía el documental de la 2 titulado ''Post Mortem'', cuyas imágenes de autopsias y fríos cadáveres hacían que se me revolviesen las tripas cuando, de repente, apareció mi chica con un filete de pescado crudo en un plato y, mostrándomelo, me preguntó: "¡¿vas a tomar uno o dos filetes?!.

Lo observé detenidamente y le dije: "¡pues va a ser que no, ni uno, ni dos: CERO!".

Sí, la carne, esa carne que tanto nos gusta y tanto disfrutamos comiendo los humanos, en el fondo no es más que carne trémula, carne pálida, autopsiada y fría de cadáveres de animales inertes.

Sí, aún me da náuseas recordarlo y, de verdad, no sé cual es la diferencia que puede haber entre comerse el cadáver diseccionado y frío de un ser humano a comerse el cadáver diseccionado y frío de un animal: me refiero, obviamente, al acto mismo.

A vegetarian dinner at a Japanese Buddhist temple

A vegetarian dinner at a Japanese Buddhist temple (Photo credit: Wikipedia)

Me acerqué pues a la cocina, abrí los armarios y la nevera, y empecé a sacar yogures, latas de anchoas, latas en conservas, verduras, un melón, tomates, pimientos rellenos, berberechos, etc..., y con todo eso me hice una rica ensalada.

Fue mi chica, mientras se comía tranquilamente el filete de pescado, que me dijo: "¡pues las anchoas y los berberechos son también animales muertos, y los pimientos también van rellenos de pescado y el bote de salchichas es carne de cerdo picada!".

Me paré un momento, y mirando las cajitas de las latas de conservas, pensé: ¿pero cómo van a ser animales todas esas latitas tan bonitas y bien presentadas? Y aún a sabiendas de que teniía toda la razón, le dije: ·"sí, ¡pero son animales pequeñitos!", quitando las salchichas que obviamente ni me atreví a probar.


Pensativo, mientras seguía deglutiendo mi sabrosa ensalada, avancé aún más en la cuestión, llegando a la conclusión de que así, por lo menos comería animales pequeñitos y graciosos cuyo reducido tamaño escapa a la imposibilidad de mi mente de imaginarse estos en la sala de disección o autopsia, o gimiendo en el fatal desenlace de la sala de sacrificios.

Bitter Melon with Vegetarian Chicken and Oyste...

Bitter Melon with Vegetarian Chicken and Oyster Mushroom (Photo credit: Taekwonweirdo)

¿Imagináis la autopsia o sala de sacrificio de un langostino, de un berberecho o de una mosca? ¿Ridículo, verdad? Pues eso. A tal efecto decidí comer durante un tiempo solo animales pequeñitos, tan pequeñitos como juguetes para niños, animales que me resultaran graciosos como fichas de parchís, o enlatados en diversas formas y colores, o mejor aún, me dije: "¡comeré hormigas e insectos como otros pueblos y culturas!", animales tan pequeños que ni sangrarían ni se enterarían de nada al morir.    

Acabé mi reflexión dando una vuelta de tuerca más al mismo, con el siguiente razonamiento: ''No es lo malo comer carne, lo malo es convertirse uno en fría y pálida carne trémula y que, encima, después de diseccionarte y ponerte a trozos en frías bandejas, venga alguien y disfrute como loco degustando tus restos". 

Por eso, yo preferiría ser comido vivo, entero y de golpe, a ser posible por algún animal gigante, y así mi carne no daría el feo e incómodo paso de convertirse en filetes de carne que, minuto a minuto, se van pudriendo.

Pero ocurrió  y tengo que reconocer que tampoco pude comer estos animales pequeños, pues mi consciencia acabó por no hacer diferencias entre animales grandes y animales pequeñitos, por lo que acabé haciéndome vegetariano...

¿Y tú? ¿Por qué te hiciste vegetariano?