SERIE RENOVADA
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Aviso a los fervientes defensores de Murphy y a los amantes incondicionales de Ratched: esta crítica de la serie Ratched de Netflix puede dañar sensibilidades.
La recién estrenada serie original de Netflix producida por Ryan Murphy / Ian Brennan está libremente, y tan libremente, inspirada por el icónico personaje de "Alguien voló sobre el nido del cuco".
La ficción se desarrolla en 1947, 15 años antes de los acontecimientos de la película, y se presume que cuenta la evolución de enfermera a villana de Mildred Ratched (Sarah Paulson).
Todo empieza cuando un tal Edmund Tolleson (Finn Wittrock) irrumpe en una casa de curas y provoca una matanza. El objetivo real de Edmund era Monseñor Sullivan (Robert Curtis Brown) que años atrás, tuvo una aventura con la hermana Margaret McGregor y de su unión nació Tolleson. Ella acabó en un burdel muerta por un chute de morfina y el hijo terminó en un orfanato. Ante el triste relato del asesino en serie, el cura se contenta con un "Soy un pecador y sufro por mis pecados". Mala réplica cuando delante tuyo hay un zumbado blandiendo un puñal.
Seis meses más tarde, Mildred Ratched se dirige al hospital psiquiátrico de Lucía, donde tuvo lugar la escabechina, en busca de un trabajo. Su objetivo es introducirse en el sistema sanitario para tener acceso al poder y evitar que Edmund Tolleson acabe en la cámara de gas.
El reparto también incluye a Sharon Stone, Finn Wittrock, Sophie Okonedo, Vincent D'Onofrio, Jon Jon Briones, Charlie Carver, Judy Davis, Harriet Harris, Cynthia Nixon, Hunter Parrish, Amanda Plummer y Corey Stoll.
crítica de la serie ratched - cec series
"Ratched" es sencillamente un INSULTO MAYOR al clásico "Alguien voló sobre el nido del Cuco". Pretender que la Ratched de Ryan Murphy sea el origen del personaje es profanar, degradar y mofarse de la villana. Aquella que representó el poder judicial en la película se ve relegada a categoría de bufón y su homóloga en la serie, la enfermera Betsy Bucket (Judy Davis), es lo más parecido al personaje de Frances McDormand en "Fargo", una parodia.
¿Está nuestra devoción por la película falseando las expectativas de la serie? En absoluto y he aquí las razones por las que "Ratched" no es una buena serie, se mire por donde se mire. ¡¡¡CUIDADO SPOILERS!!!
- La trama principal de la serie que es el hilo conductor y la razón por la cual pasa todo lo que vemos en pantalla, salvar a Edmund de la pena capital, está anclada en arenas movedizas. Mildred muestra una persistencia y amor incondicional que no entendemos de dónde proviene pues en ningún momento explican los lazos de unión entre ella y Tolleson. ¿Debemos entender que ambos se criaron juntos? Puesto que no comprendemos el nexo, nos parece absurdo dedicar y focalizar todos los esfuerzos a salvarlo. Si lo explican más allá del capítulo 5 ya es demasiado tarde, hemos abandonado nuestra persistencia.
- El espectador sí puede comprender el sentimiento de empatía o misericordia por el dolor humano. Sin embargo, Edmund Tolleston no muestra en ningún momento rastro alguno de dolor. Es un psicópata en toda regla, no siente nada. Si Mildred se apiadó del soldado que sufría ¿Por qué no se apiada del pobre que no puede sufrir siendo la ausencia de emoción un sufrimiento en sí mismo y por lo tanto un candidato perfecto a morir?
- El mantener a Edmund vivo termina dando nacimiento a varias subtramas que no comprendemos qué pintan. Hasta donde logra alcanzar nuestra mirada, el instinto asesino de Tolleson se salda con una línea de texto que ya hemos comentado en el resumen de los hechos. Desde el primer episodio, el parentesco con Ratched queda sugerido y por lo tanto, debemos deducir que ella ha pasado por las mismas vivencias que él. En ningún momento el guión se zambulle en el pasado familiar de Mildred, ni hace ademán siquiera de aflorar emociones verosímiles. Lo poco que conocemos de la enfermera se remite a unas experiencias en la guerra que parecen haberla dejado traumatizada.
- La religión se mezcla extrañamente en todo este batiburrillo argumental dando puntadas sin hilo. Parece que lo único que separe a Ratched de la homosexualidad sea su convencimiento de que es pecado. Pero ¿Y arrebatarle la vida a alguien? ¿Fornicar sin estar casada? ¿La mentira? Nada es coherente.
- No entendemos las desviaciones sexuales de Mildred. ¿Es precisamente porque en el fondo es lesbiana que necesita de toda la parafernalia verbal?
- Los personajes secundarios y las subtramas que se desarrollan alrededor de los mismo carecen de sentido. Sin ir más lejos, la persecución del Dr. Hanover (Jon Jon Briones) por la malvada Leonor Osgood (Sharon Stone) que deriva en un viaje psicodélico y absolutamente exagerado. Es una historia ridícula que se une al sinsentido global dándole un toque más de absurdidad que no pretende demostrar nada.
"Ratched" es una historieta del tres al cuarto, frívola, lenta que no interesa en NINGUNA de sus vertientes. Por lo general, las producciones de Ryan Murphy terminan por hastiarnos. Quizás sea su excesiva puesta en escena y los colores estridentes que terminan tomando el protagonismo en detrimento del contenido.
Pasó con "Pose". Tras una excelente primera temporada, la segunda nos provocó una violenta reacción por la sarta de estupideces sin línea argumental.
Pasó con "The Politician" que terminó perdiéndose en su propio contenido y dejando un panorama bien surtido en colores.
Pasó con "Hollywood". Buenas ideas pero sin la profundidad suficiente como para retenernos hasta el final. La estridente puesta en escena termina cansando la mirada.
Y no ha pasado con Ratched porque desde el principio no logramos encontrar el interés. Los recargados escenarios, las divas como Sharon Stone extremada in extremis y el poco peso argumental se alinean para echarnos de la pantalla a los pocos minutos de haber empezado.
Sin embargo, somos persistentes hasta nuestra capitulación en el episodio 5. Imposible seguir aguantando las desviaciones y desvariaciones de Ratched, que no entendemos ya que el personaje NO ha sido debidamente construido. Se han focalizado más en los adornos y la excentricidad que en el corazón mismo de la enfermera.
El protagonismo se lo lleva el pintalabios rojo chillón, los conjuntos color mostaza en contraposición al sobrio decorado de la clínica del Dr. Hanover o el estilo romántico del comedor de personal. Parece más una revista de decoración de interiores que una serie sobre la despiadada enfermera de Jack Nicholson.
No vemos rastro de excelencia y sólo ausencia de argumento conductor. No sólo no le hace justicia al clásico cinematográfico sino que de haber sido un elemento independiente estaría lastrada por exactamente los mismos problemas.
No tiene ningún tipo de interés y su renovación está claramente debida a los nombres que figuran en el elenco. Una muestra más de la absurdidad del mundo. Mientras tanto otras buenas series se cancelan...
