Con el desparpajo y la ida de pinza de "Trainspotting", la mala pata de "Fargo" y unos muy lejanos aromas al "Gran Lebowski", esta es una serie que vale la pena recomendar
Tal y como hemos informado en el artículo anterior encadenado, este martes 19 de abril de 2022 será el día del estreno de 'Guilt' en exclusiva en Filmin España.
Con el desparpajo y la ida de pinza de "Trainspotting", la mala pata de "Fargo" y unos muy lejanos aromas al "Gran Lebowski", esta producción escocesa parte de un atropello accidental para acabar poniendo patas arriba la serie entera. No queremos desvelar nada de ahí la posible encriptación del mensaje...
Un encadenado de desvaríos y la consecución de unas malísimas decisiones, llevan a los hermanos McCall a sumirse en un mundo desconocido que alterará para siempre la relación que mantienen. Un dúo particular que recuerda, salvando las distancias, a Walter White y a Jesse o al matrimonio Byrde pero sin haber drogas de por medio.
Jake (Jamie Sives) y Max MacCall (Mark Bonnar, "Line of Duty", "Quiz") a pesar de ser hermanos son como el día y la noche. Suele pasar hasta en las mejores familias.
Jake es el eterno adolescente, el rebelde, el artista emprendedor, el músico soñador que dirige una tienda de discos de vinilo en Edimburgo. Está completamente arruinado y con rumbo a ninguna parte. No tiene nada que perder porque no posee nada.
Max, por el contrario, es abogado. Pragmático, duro, y cínico. Vive en un palacio de hielo junto a su esposa Claire (Sian Brooke) con la que comparte el espacio e intercambia algún que otro gruñido.
Una noche, volviendo de una boda, Jake y Max atropellan a un hombre llamado Walter (Joe Donnelly) a las afueras del jardín de su casa. El pánico se apodera de la situación. Jake insiste en llamar a una ambulancia, Max no acepta de ninguna manera. Deciden dejar el cadáver dentro de casa hasta que sea encontrado. Tras comprobar que los vecinos no se han percatado del incidente, transportan al hombre hasta la butaca de su salón y allí lo dejan.
Al día siguiente, Jake, comido por la "guilt" ("culpa") llama a su hermano para verbalizar su congoja. Max se precipita hacia la tienda de discos para evitar que Jake sucumba a la voz de la conciencia. Mientras están juntos, Jake recibe una llamada de la policía. Su cartera ha sido encontrada en casa de Walter... A partir de aquí, una cosa lleva a la otra y las desventuras atañen un punto totalmente surrealista.
CRÍTICA DE LA SERIE GUILT - CEC SERIES
Como siempre, las producciones británicas sean inglesas, galesas, escocesas, etc... son desmesuradas. Sin embargo, este es un caso distinto donde los infortunios toman unas desproporciones pantagruélicas y la vida de dos tipos corrientes acaba confluyendo con mafias, lavado de dinero, engaños, fraudes. Todo un cuadro que deja al espectador boquiabierto. ¿Cómo hemos llegado aquí?
Todo comienza con una pequeña mentira para encubrir un homicidio con el que, a priori, no deberían vincularlos pues entre la víctima y ellos no hay relación alguna. Los descuidos como la cartera de Jake en casa de Walter, configuran una excusa un poco forzada que da pie a los guionistas para entrar en una espiral de mala toma de decisiones. Por esta parte, las situaciones están rebuscadas en demasía.
El primer episodio es tedioso hasta la extenuación. Pero, en el segundo, la imaginación levanta el vuelo y a partir de ese punto, ya no hay vuelta atrás: se le va la pinza. Y nosotros que lo disfrutamos.
Ciertamente no es original pero sí inesperado, sobre todo en el primer capítulo cuando somos presas del sopor y totalmente incapaces de imaginar la inminente ida de olla. La extraña pareja de hermanos delincuentes en desesperados intentos de arreglar los desaguisados a base de mentiras, brilla por su mala gestión de las emociones más básicas. Llueve sobre mojado y la bola de nieve va aumentando de tamaño frente a un, cada vez más, perplejo espectador.
El centro de interés gira entorno a Mark Bonnar que, con sobriedad y entereza, destila toques de humor sin el tufillo cómico que tan insoportable nos resulta. Junto a Jamie Sives, esta pareja de hermanos que se profesan odio mútuo logran caer en gracia sin ser especialmente graciosos. Al final pasa lo que tiene que pasar y todo termina bien ligado, como para dejar el asunto zanjado. No obstante, la producción firmó por una segunda temporada pues el desfase general causó buena impresión.
Habiendo producciones como esta, no entendemos cómo se empecinan en importar series como la insulsa "Quiz" también interpretada por Bonnar en un registro muy diferente que no le deja brillar como lo hace guilt.
Divertida, entretenida, una comedia inglesa diferente que valdría la pena dar a conocer. Recomendada.
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