crítica serie juda dark tv españa
Tras el visionado de 'Juda', la revolucionaria serie de vampiros de Dark España y disponible en Movistar Plus Online y otros "videoclubes de tu operador", ya podemos señalizar los elementos que nos parecen susceptibles de ser tomados en consideración. Y también los que nos molestan, pues aquí no nos callamos nada, le disguste a quien le disguste.
El protagonista, Juda, es una alimaña que se gana la vida con el juego. En este caso es dinero prestado de la mafia francesa con el acude a una partida de poquer en Rumanía. Allí conocerá a una mujer despampanante, Tania, una vampiresa a la que no se podrá resistir y ella no podrá pasar por alto el sugerente y apetecible olor de Juda. Intuimos que su mordedura será la puerta de entrada de Juda en el inframundo vampírico que se sumirá en algún tipo de guerra pues los vampiros tienen restringido el acceso a la sangre judía. No obstante, Tania desconocedora de la fe de Juda, en calidad de Eva en el paraíso propina la mordedura que condenará a Juda a la inmortalidad y despertará algún tipo de guerra.
"LOS AVARICIOSOS SON LOS PRIMEROS QUE MERECEN MORIR"
"Los avariciosos son los primeros que merecen morir" es sin duda alguna la frase estrella del capítulo y primera regla que parecen aplicar los vampiros de la estirpe de Tania que merodean por los casinos y parecen querer castigar con la muerte uno de los pecados capitales del ser humano: LA AVARICIA. Despúes de seducir al avaricioso, éste es condenado a muerte por la misma LUJURIA que lo empuja a querer poseer a Tania.
No sabemos hacia donde se dirije la serie. Parece apuntar en una buena dirección, pero estamos seguros que un sólo episodio no basta para decidir. Lo que está claro es que se nos abre todo un campo de posibilidades con mucho juego para ser explotadas. La serie peca no obstante de una pésima interpretación ya sea por la nefasta dirección artística o sencillamente porque los actores juegan en tercera división.
En el lado negativo, un guión que no nos acaba de satisfacer por irregular. Y, particularmente, la caracterización del personaje principal. Un graciosillo tipo Eddie Murphy con las típicas y tópics coñas coñazo. Una musiquita de fondo que acompaña al ridículo despliegue humorístico. Nos sobran -y mucho- las sobreactuaciones del tipo "quiero ser cómico", molestan e incluso irritan hasta el punto de plantearnos dejar de ver la serie por ello. Sin embargo, aguantaremos porque queremos ver si la potente y muy revolucionaria reinvención del género vampírico es tal cual nos han prometido. Postergamos nuestras conclusiones definitivas sobre la serie hasta no finalizar la primera temporada.
Saludos Equipo! Gracias por vuestra formidable labor social