Una crónica de David Peris para Culturaencadena.com
Fotos: Andrea Membrado
Haber firmado un disco redondo como "El último hombre en la tierra" deja el listón muy alto a la hora de defenderlo en directo. Al poco de empezar el concierto, uno se va dando cuenta que, para un tipo como Coque Malla, esa es la tarea más divertida. Para él y para el público...
Se abrió el concierto como se abre el disco, con "La señal". Y, efectivamente, esa era la señal de que la banda con la que aterrizaba Malla en Apolo venía a hablarnos de cosas serias.
El siguiente tema, también del último disco, fue "Escúchame". Pese a la ausencia de vientos en el escenario, el tema conservó la esencia soul de la que hace gala en el disco, y golpeó con fuerza a una sala que comenzaba a ser consciente del poder hipnótico que ejerce Coque sobre la audiencia.
Después de una breve mirada atrás con "She's my baby", perteneciente al álbum "La hora de los gigantes", le llegó el turno a "Lo hago por ti", esa canción que a uno le deja la sensación que, de vez en cuando, a Coque Malla le apetece hacer un hit. Y lo hace. Sin despeinarse.
Siguió el repaso del último disco con la canción que le da título. "El último hombre en la tierra" es un 'in crescendo' maravilloso que podría adornar perfectamente una película de Michel Gondry o Jean Pierre Jeunet.
De nuevo, mirada atrás con la obligada -por ser una joya- "Berlín", y "La carta", con la banda en estado de gracia y Coque en su salsa de frontman y comunicador.
Vuelta al nuevo disco con uno de mis temas preferidos: "Cachorro de león". Otra vez la banda moviéndose por el soul como pez en el agua, en el marco de una gran canción. Y un solo de guitarra que nos recuerda que Coque Malla (también) es un excelente guitarrista.
Para "Todo el mundo arde", el blues más "Waits" de Malla, se contó con la presencia del guitarrista Charlie Bautista. Momento estelar de la noche con Coque en plan predicador y duelo de guitarras final entre Brunet y Bautista. Espectacular.
Después de recuperar "Una moneda", hubo homenaje a Bowie en forma de un potente "Heroes", y ya de vuelta al material nuevo con "Me dejó marchar": una joya más de este "Último hombre en la tierra", y otro punto de inflexión de la noche.
"At the movies" nos volvió a recordar lo difícil que es encontrar una bonita melodía y lo bien que parece que se le da a Coque Malla. Todo esto queda más que confirmado después de "Lo intenta".
"Pétalos, sonrisas y desastres" fue la siguiente invitada del disco más reciente, antes de echar otra mirada atrás con la bonita ranchera "Hace tiempo", con Coque cantándole al público sin micro y la banda acompañándole en un apoteósico final a capella.
Como no podía ser de otra forma, "No puedo vivir sin ti" puso patas arriba la Sala Apolo sin recurrir a su versión más urgente. La magnífica y potente "Santo santo" parecía poner fin al concierto. Todo el mundo en su sitio consciente que era el turno de los bises. Lo que nadie esperaba es que los bises comenzaran con Coque Malla mirando al público y mascullando entre dientes: "No sé si debería hacer esto..."
Y lo hizo. "Guárdalo con amor" fue la única concesión "ronaldiana" de la noche (ni falta que hacía) pero bastó para encender la pista de baile de Apolo.
Para acabar, un bonito tema inédito titulado "My beautiful monster" y cierre por todo lo alto con otra vieja conocida como "Despierto", del álbum "Termonuclear".
Así pues, buenas noticias. Como era de esperar, Coque Malla está en forma y se hace acompañar por unos cómplices más que solventes. Soberbio concierto de uno de los músicos más interesantes de este país hoy en día.
