Pavlov's Dog es una banda estadounidense formada en 1972, que no se sale mucho de la corriente principal de lo que llamamos rock y que fusiona magistralmente músicas como el rock progresivo o el AOR, añadiendo hasta matices próximos al folk; un poco dentro de esa línea musical que mi oreja identificaría como pomp rock. En este primer disco demuestran una gran creatividad con momentos sinfónicos, algunos toques progresivos y sobretodo una gran instrumentación dominada por el violín, que le da ese aire más folk del que hablaba y una voz que si te descuidas un poco, podría remplazar a la de Geddy Lee en Rush.
Realmente es un poco lamentable que no hayan adquirido una mayor repercusión dada la calidad de la banda y el nivel de las composiciones que presentan en este trabajo. Sé que por los buenos amantes del rock progresivo sí son de sobra reconocidos, pero este nombre se escapa de las mentes de muchos aficionados de otras diferentes corrientes musicales del rock o el metal. Esta es la formación del grupo en el disco "Pampered Menial": David Surkamp (voces, guitarras), Steve Scorfina (guitarras), Rick Stockton (bajo), Doug Rayburn (mellotrón, flauta), Mike Safron (percusión, batería), Siegfried Carver (violín, viola) y David Hamilton (teclados).
Esta fue la formación que nos deleitó con este fenomenal debut producido en 1974, "Pampered Menial", un disco brillante con 9 composiciones realmente fascinantes. Su segundo disco también sería grabado por estos mismos músicos y aunque tiene sus momentos, ya se inclina hacia un sonido más melódico. Todo comienza con el tema llamado "Julia", una pieza de excelente ejecución, con unos preciosos pianos en los primeros segundos, que dejan el camino perfectamente acolchado para que las guitarras acústicas acompañen la peculiar y a la vez grandiosa voz de David Surkamp, que puede recordarnos como he dicho antes a la de Geddy Lee (Rush), aunque creo que Surkamp tiene una voz más potente y profunda.
Las melodías vocales son impresionantes, mientras que la flauta y los violines aportan a la pieza el toque adecuado en su medida justa. "Late November" mezcla perfectamente las guitarras acústicas y eléctricas. La base rítmica es notable, realizando una gran labor. Todo está en su sitio, no sobra ni falta absolutamente nada. Los teclados crean un colchón sonoro perfecto, para que el resto de músicos se acomoden debidamente a la hora de realizar su labor. "Song dance" es quizás la cima creativa del disco con un inicio tan intrigante como fascinante y algo arabesco gracias a la intervención del violín, hasta que pronto arrancan las guitarras eléctricas para dar un poco más de potencia y poner las cosas a su sitio.
Momento que Surkamp aprovecha para desplegar todo su potencial vocal, que no es poco, y lo borda, aunque como ocurre con Geddy Lee hasta que no te acostumbras a su timbre vocal no descubres toda la grandeza que encierran y despliegan sus cuerdas vocales. En el tema además encontramos inspirados desarrollos musicales, con unas partes más rock y otras más folk, donde los violines suenan increíbles. "Fast gun" es un tema algo más reposado, donde Surkamp toma el papel protagonista y nos regala unas melodías vocales impresionantes, sobre todo en los momentos más acelerados. Las baterías suenan perfectas, al igual que el bajo; dicho sea de paso que el grupo posee una base rítmica impecable.
"Natchez trace" tiene un buen inicio marcado por unos preciosos pianos y teclados, que pronto dejan paso a las guitarras eléctricas. No me canso de señalar el inagotable talento que poseen los músicos de este grupo a la hora de plantear sus canciones y las intervenciones de cada uno de ellos. "Theme from subway sue" comienza con un pequeño solo de guitarra, que al terminar se silencia para dejar que el piano adopte el rol protagonista y guie la prodigiosa voz de Surkamp por unos campos melódicos tan precisos como sugerentes. El solo de guitarra es corto pero desprende mucho feeling.
"Episode" es un medio tiempo emotivo, con unos teclados maravillosos y algunas apariciones puntuales de los violines que realmente te transportan a la dimensión que los Pavlov's Dog se proponen; pero por si todo eso no era ya suficiente, aún nos queda el final del disco, todavía mucho más intenso. "Preludin" es una intro donde cada músico encuentra un pequeño hueco donde sentirse protagonista y que enlaza con "Of once and future kings", composición con muchos cambios de ritmo y con un solo de guitarra brillante, encargada de concluir de manera muy acertada la obra. Unos músicos tan grandiosos como olvidados que tuvieron su momento de gloria a mediados de los 70.