Una entrevista de Enrique Menendez para Culturaencadena.com
Fotos: Andrea Membrado
Dani Vega se lanza al ruedo en solitario. Y lo hace como Sr. Canario con un “Estado natural” en el que queda claro su amor por las guitarras y las ganas de hacer saltar a la gente que disfrute de sus conciertos.
En un bar de Barcelona hablamos de Mishima y de esta aventura que promete (así esperamos) ofrecer nuevos capítulos.
CC: Tú sacas “Estado Natural” este mismo año que Mishima saca “Ara i Res”. Llevas ya bastantes años trabajando con Mishima. Ahora que el disco ya está en el mercado. ¿crees que has tardado mucho en sacar un disco en solitario? ¿O ha sido el momento justo?
DV: Seguramente he tardado mucho. Tenía que haberlo hecho antes, pero estas cosas no las decides tú. Te pasan. El momento adecuado para muchas cosas te viene cuando las circunstancias se dan para que así sea, y en mi caso tenía que ser ahora. Sí que podría haberlo hecho antes, solo que antes quizás no hubiese tenido la experiencia ni el conocimiento para hacerlo como lo he hecho.
CC: Estás en Mishima, uno de los grandes de la música catalana. ¿Cómo ves el futuro de la escena musical catalana? ¿Ves grupos que estén saliendo que pienses “mira, para cuando Mishima tenga más años…”?
DV: Ostia, pues la verdad es que lo veo muy negro... Es bastante deprimente, desde mi punto de vista, la industria en sí. Yo creo que van saliendo grupos que me parecen interesantes, pero hay como una especie de línea invisible que nunca se supera. Digamos que en la música existen unos parámetros un poco predecibles desde mi punto de vista. Sí que hay grupos que valen la pena, pero tampoco es una música que escuche demasiado. Me da la sensación de que es mucho menos de lo que parece cuando lees la prensa, por ejemplo. Es muchísimo menos que eso.
CC: Has hecho algo para campañas publicitarias. Para Avon utilizas un arpa, un instrumento muy poco convencional. ¿Esa vertiente tuya de la publicidad es para ti un patio, como una zona de experimentos? ¿Puedes hacer allí lo que no harías en un disco como el que has sacado o te permitirían hacer en un grupo como Mishima?
DV: No, al contrario. Se trabaja por encargo en la música audiovisual. No haces lo que quieres, sino lo que te piden. No te dan carta blanca, lo que pasa es que según quien seas o lo bueno que seas… Diría que ahora mismo es en el indie, con el Sr. Canario, Mishima y todo lo demás, el sitio donde más experimento. O sea: al contrario de lo que me preguntabas.
CC: Sobre el atentado del 17 de agosto. Se os pidió a algunos artistas que hiciérais una especie de declaración o comunicado sobre el tema “no tinc por (no tengo miedo)”. Tú indicastes que no tenías miedo, porque de tenerlo no podías pensar con claridad ni criticar a quienes lo han llevado a cabo. Ahora mismo en tema política está la cosa complicada... ¿Tú crees que como artista, tanto tú como músico como alguien que escriba o haga cine, tenéis un poco la obligación de dar vuestra opinión, en vuestras composiciones o trabajos?
DV: No, yo creo que son cosas totalmente distintas. Yo creo que la vida personal o el contexto en el que vive un artista es importante, pero únicamente a través de su obra. Sus opiniones personales sobre situaciones concretas no me interesan a mí en exceso, y creo que a la gente tampoco le interesa lo que yo piense. Obviamente, soy una persona digamos cabal, y un atentado terrorista en mi ciudad me parece terrible...
En mi disco hay dos canciones “Corre” y “Los niños ven” donde nombré situaciones. “Corre” la escribí la noche del Bataclan y hablo un poco de salir corriendo del miedo, y un poco esta situación de “estamos rodeados”. Pero de una manera mucho más poética, y de perfil. Entonces yo creo que si puede enriquecer tu música de alguna manera, pues bien... pero que un artista salga por el simple hecho de ser un creador a decir su opinión y que la gente tenga que hacerle caso o lo que sea, yo no creo en eso.
CC: ¿Te preocupa el hecho de, musicalmente hablando, pisarte a ti mismo? Quiero decir, tu trabajo con “Mishima” y tu trabajo individual, que uno se coma al otro...
DV: No, porque “Sr. Canario” es un proyecto pensado muchísimo más a nivel nacional. Y con Mishima, si después de 18 años no hemos salido de las zonas de habla catalana, yo creo que ya no lo vamos a hacer. Entonces es totalmente complementario.
CC: Con “Estado Natural”, ¿has querido mostrar al público que hay vida más allá de Mishima?
DV: Veo que insistes mucho en lo de Mishima. ¿Vida más allá de Mishima? Siempre la he tenido. De hecho he tocado en muchos grupos y me dedico a ello en otras vertientes. Mishima es un supergrupo, David es un gran compositor, y es como mi familia. Pero creo que tengo una personalidad que necesita expresarse por sí sola, igual que seguramente casi todo el mundo. Y creo que con la edad que tengo ya me toca hacerlo. Entonces, ni siquiera me planteo si existe Mishima o no existe Mishima: existo yo, y eso es lo que me toca hacer ahora.
CC: De acuerdo, pues vamos a por ti, a por “Estado Natural”. Lo veo un disco para escuchar en directo, no para estar en el sofá de tu casa escuchándolo. ¿Te sentiste tentado a hacer realmente algo diferente?
DV: La verdad es que no pensé demasiado en lo que quería hacer. Fue saliendo, estuve como unos 6 meses componiendo. A medida que iba saliendo, fuí tomando decisiones. Es un disco totalmente pensado para el directo y para tocarlo en festivales. Eso sí que lo tenía claro, porque los artistas que me gustan son los artistas que tienen grandes directos.
CC: He visto que es música estilo ochentera pero sin quitar en ningún momento el tema guitarras, algo muy característico de Mishima también. Para mi el ejemplo más claro es “Videoclub”. Lo veo un tema tope nostálgico. Tú ahora tienes 40 y pico. Musicalmente hablando, ¿a qué tienes nostalgia?
DV: Ostia, yo escucho mucho de todo. Nostalgia no tengo, pero lo que me sale de dentro suele sonar a lo primero que escuchas/descubres cuando empiezas con la música, que es lo que te marca de verdad... Porque lo que te marca de verdad, no lo decides tú. Entonces supongo que sí, que quedara ochentero y quedara noventero también. Me importa una mierda, la verdad…
Sobre los géneros, yo entiendo que los periodistas tenéis que poner límites, pero está todo tan difuminado... Es como en el cine, yo he tenido un videoclub muchos años y esta canción es un homenaje a ese videoclub. Y en plan festivo digo que a Lars Von Trier lo he metido en un rincón y nombro muchos directores porque soy muy cinéfilo. Y hay un recuerdo de que muchas películas, por ejemplo, que estaban en la sección de comedia, de vez en cuando venían y te decían “oye he alquilado esta peli y esto no es una comedia”. Es muy subjetivo, te mola la peli o no te mola, a ti te puede hacer reír y a mi no.
CC: O sea, eres enemigo de las etiquetas.
DV: No me gustan las etiquetas, pero en este caso es un disco de rock o de pop. Tampoco hay mucho más.
CC: Escuchando el disco, soy muy fan de “Los niños ven”. Metes batería, guitarra... si no me equivoco, también saxofón, y hay coros con niños. A nivel de complejidad, diría que es el tema con más cosas por banda. ¿Ha sido más desafío?
DV: Yo me considero reglista. Mi trabajo en Mishima siempre ha sido principalmente ese. Coger una canción que trae David y meter arreglos. Me cuesta mucho escribir para vientos, escribir para cuerdas... porque es más difícil que no quede todo embarullado y que cada cosa suene en su sitio. Es verdad que es un tema complejo.
CC: Es un disco muy rápido. Temas cortos, no hay momentos épicos ni de descanso. ¿La idea era esa o ha sido un poco improvisando, en plan “me pongo un poco y lo que salga?”
DV: La idea era poner en el disco todo lo que tenía y todo lo que he aprendido durante mucho tiempo y a partir del segundo disco empezar de 0. O sea, decir, “hey, tios, esto es lo que puedo hacer y a partir de lo siguiente que haga pues ya me concentraré en algo”. El disco es variado, hay temás más funk, más rockeros, noventeros y poperos, entonces ¿Cuál era la pregunta?
CC: La pregunta era un poco así... es un disco acelerado, temas muy rápidos, muy cortos. Si cuando empezaste a componerlo tenías claro que iría así la cosa. Si en algún momento pensaste “meteré un tema más lento”, no digo una balada, digo algo más épico, más instrumental
DV: No, no tenía pensado nada en concreto. Pero sí que tenía claro que no quería hacer una moñada. Quería tener la excusa perfecta para decir “no voy a venir a hacer un puto acústico, aquí con la guitarrita y la voz”. No puedo hacerlo porque necesito un grupo detrás y todos los temas tienen mogollón de músculo. Porque lo que quiero es dejar claro que este es un disco para tocar en directo.
CC: Por eso cierras un poco el disco con “Tan Lento”, que es tope guitarrero, tope rápido. ¿Tenías claro que era un buen cierre? ¿Estar en ese sitio del disco ha sido conscientemente?
DV: Totalmente. El hecho de acabar con una canción tranquila, es una idea que viene de Led Zeppelin. Siempre acababan los discos con una balada. Recuerdo que Kurt Cobain cuando sacaron el “Nevermind”, que acaba con Polly, un tema muy tranquilo, decía lo mismo: “me gusta lo que hacía Led Zeppelin. Porque da igual la intensidad que hayas tenido durante el disco, el final tiene que ser tranquilo.” Y me quedo con esa idea.
CC: Por lo que has contado, entiendo que ya tienes pensado hacer un segundo trabajo en solitario. ¿Ya estás trabajando en ello, o vas a tomarte un respiro, primero conciertos y según como funcione esto?
DV: A finales de verano del año que viene empezaré a componer y yo creo que en 2019 podré sacar.
CC: La última pregunta. Aparte de que felicites al creador de la portada y del diseño del disco. ¿Por qué “Sr. Canario”? Porque tú no te pones un nombre al azar, los músicos siempre lo hacen por algo en concreto.
DV: Precisamente una noche con Abraham Boba en el “Vinilo” de fiesta hablábamos de esto. Yo le decía “Tío, Sr. Canario” y él “No, tío. Dani Vega, es tu puto nombre!!!” Yo creo que al final es una cosa tan sencilla como que soy un señor y soy canario. De hecho hablando con Antonio Luque (Sr. Chinarro) le dije que me iba a llamar así y me dijo que la parecía bien. Porque él cuando se puso su nombre lo hizo para tocar los huevos, ya que en su momento estaba de moda “el doctor”. Entonces yo lo hago un poco para tocarle los huevos al Sr. Chinarro.