"IN THE BEDROOM" (2001, USA)
Qué gran destreza la de este director capaz de plasmar, en la aparente tranquilidad de un bonito barrio de clase media-alta, la perturbación de las mentalidades que en él habitan. Todo es, en apariencia, corrección y calma, pero a medida que nos adentramos en los personajes, en su psique, exhumamos los males de una sociedad reprimida y deshumanizada. Una sociedad feroz en la que todos los que la habitan, se hallan de algún modo encerrados en sí mismos y se encuentran en la imposibilidad de florecer totalmente.
Es recomendable posicionarse, desde el principio del filme, tratando de retener cuanta más información posible y fijándonos en todo ya que incluso el más pequeño detalle tiene un sentido y una profundidad sorprendente. En los primeros minutos se resume magníficamente lo que el film querrá comunicar con una metáfora escénica que el espectador aún no podrá adivinar(y con esto no desvelo nada), y lo más curioso es que es en esos primeros minutos cuando la película parece banal y "normal", como si de una película de Antena 3 del domingo por la tarde se tratara. En efecto, no es así, pues también ahí juega con nosotros el director: las apariencias engañan incluso en el propio filme, lo cual me parece toda una genialidad. En serio, dejaros llevar por esta obra maravillosa.
Obra digna de ser recomendada a todo el mundo y en especial a todas aquellas famílias de los barrios bien posicionados de cualquier parte del planeta. A mi parecer es una película de tanto nivel como las que pueden provenir de otro gran genio como el gran Michael Haneke, más por temática y análisis que no por el estilo y forma. Esta es una excelsa pieza de museo del cine que destapa todos aquellos baches familiares y, por ende, sociales, con los que todos nos hemos topado alguna vez en nuestras vidas. La penitencia se lleva por dentro y las miserias también, pero en las familias "bien" no se puede manifestar, todo debe quedar encubierto por unas apariencias que hagan pensar a todo el mundo que el dinero lo compró todo, incluso la felicidad.
En esta pequeña joya se nos (de)muestra, con arte y sutileza, lo reprimidos que se encuentran los personajes, aprisionados en relaciones que pierden su sentido por carecer del elemento de atención sobre el cual se habían volcado, y que no revelaremos en estas líneas. Cuando este elemento desaparece, por una serie de causas que tampoco desvelaremos, vemos como los personajes caen en el sinsentido más atroz poniendo en entredicho su relación de pareja y sus propias vidas. Cada uno que piense lo que quiera pero para mí es película digna de un tratado de filosofía, antropología o psicología.
El egoísmo del ser humano para/con aquellos que dice querer: ¿Es realmente amor lo que los padres sienten por sus hijos o es necesidad de control? ¿Es control o frustración por haber llevado una vida que nunca hubiesen elegido? La sociedad seguirá contestando que sí es Amor, pero películas como esta hacen que durante el metraje todo el mundo vea clarísimo que NO. Luego los espectadores volverán a sus casas y les interesará volver al Sí, pero bastará con que alguien no cambie su camino para que tan sublime guión(nominado a los Oscar de Hollywood) haya tenido un efecto merecido.
Este es un tema que se encuentra constantemente a lo largo de este film(y de muchísimos más, por algo será), pues no somos más que la imagen de una sociedad en la que se transmiten conocimientos y culturas de generación en generación y, por lo tanto, tan sólo deberíamos ser una mera reproducción del modelo de nuestros padres, un producto de ellos. Y eso es lo que en la mayoría de ocasiones nos impide florecer como personas pues en todo momento, el control social que acaba por ser la família, acude hacia las posibles desviaciones y ansias de libertad e identidad a la que, como individuos, deberíamos poder optar. Si el ser humano nace libre (cosa más que cuestionable también), ¿por qué razón y en base a qué leyes la sociedad es nadie para privarnos de esa libertad? Vemos incluso cómo esas cadenas no sólo provienen de fuera de nosotros sino que nosotros mismos somos nuestros propios dueños, tanto como nuestros esclavos.
Me remito al gran filósofo francés, Rousseau: "el ser humano ha nacido libre y por doquier se encuentra sujeto con cadenas".
Pd. A destacar la brillante interpretación de Sissy Spacek en el rol de la madre, personaje en torno al cual gira todo lo que va sucediendo en el filme y pieza clave para que el engranaje de la película llegue a tan buen puerto como el descrito.