"Little Miss Sunshine" (Estados Unidos), Oscar al mejor guión original y al mejor actor de reparto, es una forma suave de empezar a trazar una línea cinematográfica provechosa y útil. Con un mensaje en apariencia simple y un tono muy agradable, es un film que pueden disfrutar todos los públicos, pero que cada paladar saboreará de una forma distinta. No es una película especialmente compleja pero nos deja unos mensajes muy claros,y lo hace de una forma muy sutil y digerible sin renunciar a ella misma ni caer en la moralina, la ñoñería o el sentimentalismo fácil (brillante guión, merecido Oscar).
Hemos nombrado uno de los mensajes principales de la película. No renunciar a uno mismo, hacer lo que uno quiere hacer, y no falsearnos. Es lo único que nos queda para poder ser alguien en esta vida. Y si resulta que esa manera de ser no coincide con la de la mayoría, no dejarse intimidar, no cambiar para agradar a aquellos a quien en realidad no importas ni te aceptarían tal cual eres. Al fin y al cabo, aquellos que están más adaptados a la normalidad, son unos seres patéticos y lamentables, puesto que no son nadie, sino que intentan ser lo que la sociedad espera de ellos, por lo tanto...¿qué nos importa lo que piensen?...
Sin embargo, el fantasma de querer ser aceptados nos persigue durante toda la vida. A veces lo confundimos con tener éxito,tema que plantea constantemente esta producción estadounidense. La dualidad éxito-fracaso está en liza durante los 100 minutos que dura esta historia, y sin llegar a grandes conclusiones, que los guionistas prefieren dejar en el aire, lo único que queda claro es que tener éxito no es gustarle a los demás y por lo tanto hacer y actuar como la masa espera de nosotros. Éxito nunca puede interpretarse como ser igual a todo el mundo, pero muchas veces lo pensamos.
"Little Miss Sunshine" deja también un doble mensaje tras su visionado: por un lado, negativo o pesimista. La vida te pondrá siempre obstáculos y te llevará seguro a miles de fracasos, y tanto la gente como el mundo, al igual que la vida, no valen mucho la pena. Pero también deja uno positivo: si eres tú mismo y lo llevas hasta las útlimas consecuencias, hay ciertos momentos en la vida que pueden valer realmente la pena, sobretodo si los disfrutas con los que tú consideres "los tuyos". Ser auténtico siempre te llevará a algún lado,y posiblemente en ciertos instantes puedas sentirte grande y en armonía con lo que piensas y haces en la vida. El film te anima a que lleves a cabo tus sueños, y que si no puedes llevarlos a cabo dentro del mundo real porque las normas sociales no te admiten tal cual eres, intentes llevarlos a cabo de otra manera, aunque no sea la que te lleve al éxito social o económico, pero no renuncies y realízate. Así, aunque finalmente fracases, el camino ya lo habrás disfrutado. El perdedor no es el que no gana, sino el que lucha por ganar.
Hay personajes de todo tipo, pero todos son unos perdedores. Hay perdedores vocacionales que ya saben antes de empezar que el fracaso les espera al final del camino,y los hay que se dan cuenta mientras lo van transitando. Estar fatalmente destinado a llegar siempre el último y superando miles de contratiempos no es nada apetecible, pero a la vez no dejar de luchar y participar en algo en lo que crees, puede resultar incluso fascinante. Y como decía Beckett,"quizás de lo que se trata es de fracasar una y otra vez,para cada vez fracasar mejor".
Otros pasajes destacables son aquellos en los que se hace referencia a la realidad del día a día. Hay un personaje que en cierto momento conecta la televisión para no oír una discusión acalorada de sus padres, pero es Bush quien aparece en la pequeña pantalla. Lo mejor, pues, sería estar desconectado. También se plantea el tema de las apariencias, y que a veces parece que la vida sea ir saltando de un concurso de belleza a otro, ya desde la misma adolescencia. El sufrimiento está visto como algo que te aporta, y algunos temas tabú como la muerte son aceptados con naturalidad. Por supuesto aparecen puritanos, hipócritas, personas que dan importancia a cosas que no las tienen, al igual que las trabas que te va poniendo un sistema que ha creado unas normas únicas para todo el mundo y que no pueden funcionar de ninguna manera, pues cada situación y cada persona somos diferentes por más que al sistema le interese asimilarnos.
La película y los personajes, dentro de una apuesta humilde y sin más pretensiones que las expuestas en pantalla,c onsigue sus objetivos con creces, y el humor que destila no puede ofender a nadie. La recomendaría no sólo a todo el mundo en general, dejando fuera de la sesión tan sólo a aquellos modernillos que busquen en las películas mucho espectáculo y efectos especiales, pues creo que pensarán que esta película es ridícula. Es, sin lugar a dudas, su problema. A aquellos que la veáis, preparáos para pasar un buen rato y aunque los diferentes mensajes que deje la película os parezcan facilones, si los reflexionáis, veréis que son los que más nos cuestan aplicar en el día a día, incluso a los que ya estamos de vuelta de casi todo.
A partir de ahí parafrasearé a un maestro en este sentido. Ante el fracaso, lo importante es ser capaz de discernir entre la parte emocional de la parte objetiva. Si somos capaces de hacer eso, podremos aprender de los errores sin cuestionarnos nuestra valia y nuestra estabilidad emocional.
--------------------------------------------------------------------------------
Lo importante es asumir que el fracaso llegará en cualquier momento y lugar, sólo hay q estar preparado para asumirlo y aprender de él. Una relación de pareja, un trabajo, una amistad...son cosas q provocarían mucho menos dolor si estuviesemos preparados para aceptar el fracaso, ya que es el primer paso para vivir sensaciones sin condicionantes y disfrutar del momento sin el peso emocional de un posible final.