Kathryn Bigelow ha rodado la película más importante y desasosegante sobre el 11-S. No os la podeis perder. Os ofrecemos el trailer y la sinopsis de una película IMPERDIBLE, de la que hablaremos en profundidad una vez haya sido estrenada, el próximo 4 de enero. No te pierdas el trailer.
Pero la mejor película del 2012 (y coincidimos con Días de cine de la 2 de RTVE), es la siguiente:
Obra maestra absoluta: "En la casa" ("Dans la maison") es nuestra película recomendada de los estrenos de esta semana, y la mejor estrenada en cines desde hace mucho, mucho tiempo.
François Ozon ha dedicado toda su filmografía a filmar nuestros íntimos secretos, a retratar con extrema sensibilidad y naturalidad las extrañas realidades de todo lo que permanece oculto bajo la superfície de nuestras correctas y perfectas -de cara a la galería- apariencias, y a escribir en imágenes cómo reaccionamos realmente en algunas ocasiones a nivel privado, privadísimo.
Tan privados son algunos de nuestros asuntos que rara vez los compartimos, inclusive con alguno de nuestros amigos más comunes, aquella familia que siempre está ahí por nosotros pero que ni tan siquiera nos conoce, ya sea porque contarles algunos de nuestros hábitos, regulares u ocasionales, sería algo así como no ser aceptados o si queremos ser más sinceros, directamente rechazados, o bien porque no les tenemos la suficiente confianza a pesar de ser sangre de nuestra sangre, pero muy distintos entre sí.
La diferencia, y las diferentes formas de reaccionar de las personas, son otro de los objetivos de la cámara y los guiones de Ozon.
Cuestionar la ansiada y falseada libertad que todos creemos estar viviendo es una de las múltiples y sutiles metas del cine de Ozon. Y vaya si lo consigue: viendo cualquiera de sus películas, nos damos cuenta, incluso los que hemos conseguido no sentirnos mal por sentir esto o aquello, y deshacernos de según qué cadenas, de que no somos tan libres para hacer lo que el cuerpo y la mente nos pide en cada momento, y más concretamente en algunas pequeñas situaciones, puesto que todos hemos sufrido la educación de lo que es considerado correcto, normal y aceptable, y resulta que estas normas no cuadran con muchos de los momentos que vivimos, ni con muchas de las sensaciones que tenemos al ir viviendo las diversas experiencias que nos va proporcionando el día a día.
Los personajes de Ozon tienen una característica que ya querríamos para todos nosotros: a pesar de venir de situaciones encadenadas, de vidas con lazos o cadenas que les minimizan e impiden ser, en todo momento, tal cual son y sentir tal cual sienten, todos ellos consiguen, a partir de los primeros minutos de la película, empezar a actuar de forma consecuente con todo aquello que van sintiendo, sea lo que sea, como en realidad hacemos nosotros cuando nadie nos ve, o cuando nos ve aquel que es cómplice de nuestros secretos.
Los personajes de Ozon buscan su suerte, y la encuentran (porque sólo buscando tu suerte y atreviéndote, tienes posibilidades de encontrarla) y siempre consiguen algún cómplice con el que ser ellos mismos, aunque las relación con esa persona sea, en apariencia, normalmente más fría que las que suponemos que vivimos con nuestros seres queridos, con quienes creemos vivir unas relaciones intensas y cálidas, pero con los que en la vida real no podemos mostrarnos siempre tal cual somos.
El cine de Ozon es un cine de aceptación, de uno mismo y del otro, que es diferente por más que nuestros cuerpos humanos se parezcan, y por más que todos los tentáculos potentes de la sociedad nos obliguen a pensar que es idéntico. Y aunque sea tu hermano gemelo, no dés nada por supuesto.
De hecho, lo mejor es que no des nada por supuesto cuando vayas a ver una película como la que estamos recomendando fervientemente en este artículo: aunque sea por dos horas, déjate llevar. Esa sería la recomendación general -o para todos los públicos- si quieres probar con el cine de este genial francés, e intentar disfrutarlo.
Deja todos tus prejuícios en casa, activa tu curiosidad por la vida y por los sentimientos, y luego intenta recordar aquellas cosas que sientes, o has sentido en algunos momentos, y que finalmente, llevaste a cabo aquello que ni tan siquiera has contado a tu mejor amigo y, por supuesto, a tu família o a tu pareja, si es que la tienes, y que has decidido borrar incluso de tu propia memoria selectiva.
Verás que no estás solo. De hecho, podemos asegurarte que tus extraños comportamientos son parecidos, o actúan en paralelo con los de cualquiera de tus vecinos. De hecho, si quisiéramos reflexionarlo, nos daríamos cuenta de que todas las personas que conocemos hacen cosas un poco raras, pero estas cosas sólo las hemos podido conocer conviviendo de cerca con ellas, metíendonos de verdad en sus vidas. Porque si pensamos que las personas se comportan como explican el lunes por la mañana con su corbata o su uniforme del trabajo, nos equivocaremos. Pero lo pensamos: nos dejamos liar por las apariencias, siempre (por eso las apariencias son tan comerciales, porque las compramos, y no estamos hablando del físico de las personas, sino de la vida que nos cuentan que llevan), y solo cuando conocemos de verdad a otros seres humanos, somos capaces de valorarles al 100 por 100 y entenderles.
Entenderás a los personajes de Ozon, pero lo harás cuando estés metido en la película y despojado de la realidad, y si prestas atención a todo lo que se nos intenta comunicar. Si te quedas en la anécdota, o empiezas la película con la típica excusa del "están locos" (misma excusa para no aceptar la real realidad cuando leemos algunos de los crímenes más atroces en los periódicos y nos escudamos en la fórmula de la excepcion), no entenderás nada, no porque seas limitado, sino porque no querrás entender, y no comprenderás, no sólo a los personajes, sino la película, ni a ti mismo ni a tus semejantes. Tendrás que seguir comprando apariencias, y a ocultar todos tus secretos y tus sensaciones y sentimientos reales. Es una opción, nadie va a criticarte, incluso es probable que las cosas te vayan bien en este mundo, pero no es lo que Ozon pretende.
"En la casa" es la sublimación del coherente mundo de la obra de Ozon, del que nuestras incoherencias como ser humanos son sus protagonistas. Su película más redonda, con un final perfecto para todo lo que nos quiere contar y cómo nos lo quiere contar. Y hasta ahí podemos leer. Hemos optado por daros sólo las líneas maestras del cine de Ozon porque, cada sinopsis que leas, cada trailer que veas, y cada crítica que se publique, reducirá un poco la apasionante experiencia que supone ver esta película, la mejor de los últimos tiempos en nuestra cartelera. Y no estamos aquí para reducir, sino para ampliar y recomendar.
