Con Mathieu Amalric y Guillaume Canet en el reparto.
Bertrand (Mathieu Amalric) es un hombre que vive deprimido, tomando un gran número de pastillas desde el desayuno. Lleva en paro dos años y pasa algunos ratos en la piscina municipal. Un día, al salir de las instalaciones, lee en el tablón de anuncios que buscan hombres para formar un equipo de natación sincronizada. No se lo piensa dos veces y se apunta, sorprendiéndose que no solo él, está deprimido, sino que todos ellos están pasando por crisis emocionales relacionadas con la familia, el trabajo o su entorno.
En el equipo conocerá a Laurent (Guillaume Canet), Marcus (Benoît Poelvoorde), Simón (Jean-Hugues Anglade), Thierry (Philippe Katerine) y Basile (Alban Ivanov) entre otros. Todos ellos entrenados por una ex campeona de natación, Delphine (Virginie Efíra) quien también busca su lugar y la estricta, Amanda (Leïla Bekhti)
Partamos, para comenzar, aunque no se oculta en ningún momento, pues así reza en la publicidad, que estamos ante un Full Monty a la francesa y que desde las primeras imágenes, quienes tuvimos el placer de disfrutar de la original en la gran pantalla, nos trae muchos recuerdos, con la principal diferencia, que en aquel año 1997, lo que llevaba a aquellos hombres a evadirse de la realidad que les atenazaba, era el montar un Show de Stripers y en este 2018 es crear un grupo de Natación Sincronizada Masculina.
La película tiene momentos muy divertidos y otros… no tanto. Aborda temas muy actuales, sobremanera los relacionados con los problemas de la mente: obsesiones, depresiones, bipolaridad o crisis de identidad, entre algunos de ellos, no olvidándose de ese mal que asola a tantas personas, como es la falta de actividad al quedarse en el paro. Todos de una forma u otra, han fracasado en la vida y la piscina es su balón de oxígeno, su salvavidas.
El filme posee varias lecturas, entre ellas el aunar fuerzas, el sentirse motivados por algo que les aleje de la cruel realidad, el sentirse útiles y respetados, o crear esos instantes de terapias grupales que vemos mientras descansan en los bancos del vestuario o en la sauna; desahogándose entre confidencias, lo que no se han atrevido a exponer a sus seres queridos.
Y esto nos lleva a las interpretaciones, sin duda lo mejor de toda la película. Un reparto coral que respira complicidad con un fantástico Mathieu Amalric a la cabeza. Derrochan simpatía y ganas de divertir, divirtiéndose, y el espectador lo agradece. No hay miedo, no hay complejos, solo sencillez y naturalidad, sin más pretensiones.
- Mi nota es: 6 / 10
- ESTRENO en ESPAÑA: YA EN CINES
- REPARTO: Mathieu Amalric, Guillaume Canet, Benoît Poelvoorde, Jean-Hugues Anglade, Virginie Efira, Leïla Bekhti, Philippe Katerine, Alban Ivanov, Mélanie Doutey, Jonathan Zaccaï, Noée Abita y Erika Sainte.
- PRODUCTORA: Les Productions du Trésor// Chi-Fou-Mi Productions.
- DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Flins y Pinículas.