Este viernes, 18 de septiembre, se estrena en cines de toda España una de las películas más esperadas de la nueva temporada: "El corredor del laberinto: las pruebas", secuela de "El corredor del laberinto", el filme que nos flipó el año pasado.
Cuando vas a ver la segunda parte de una saga, lo primero que te preguntas es si ésta conseguirá el nivel de la primera. Pero si además la película se basó en algo tan concreto como un laberinto, las dudas pueden ser aún mayores.
¿Como recrear ese clima tan bien creado que nos envolvió a todos y nos hizo sentirnos a todos corredores de ese laberinto por unas horas?
Pues bien, hay que decir que Wes Ball lo ha vuelto a hacer.
Acción trepidante desde el primer minuto, y sin descanso hasta el final: no nos da prácticamente ningún respiro -ni lo queremos-, y todo ello recreado en unos escenarios post-apocalípticos increíblemente logrados que nos vuelven a absorber y nos hacen sentirnos, de nuevo, dentro de la pantalla.
A todo ello, hay que sumarle un ambiente que recuerda mucho al famoso videojuego "The Last of Us".
Al igual que en la primera entrega, los jovenes intérpretes (Dylan O'Brien, Thomas Brodie-Sangster y la gran Kaya Scodelario de "Skins") no caen en los típicos estereotipos adolescentes, ya que su papel se basa en chavales que han tenido que madurar a la fuerza.
Por último resaltar la grata sorpresa de la incorporación a la ficción de Giancarlo Esposito, que tanto nos hizo disfrutar -y sufrir- en Breaking Bad, cuya interpretación vuelve a no defraudar al espectador, así como la importante participación de Aidan Gillen (Juego de Tronos).
"El corredor del laberinto: las pruebas" es una película muy recomendable, que no decepcionará a nadie que vaya a verla, y que flipará en especial a los fans de la saga, a todos los adolescentes y, por supuesto, a los buenos amantes de la ciencia ficción.