Mapa confederal de la CNT (Photo credit: Wikipedia)
España, hasta mediados del siglo XX, ha sido un país escasa y desigualmente desindustrializado. No es de extrañar, pues, que las organizaciones obreras hayan sido tardías, radicalizadas ideologicamente, y muy diversas según las zonas o regiones. Pero hay un fenómeno típico de la historia de nuestro movimiento obrero que es su escisión en dos grandes ramas: una socialista y otra anarquista...
The cover of the 39th issues of Solidaridad Obrera. (Photo credit: Wikipedia)
Durante los setenta años anteriores a 1939, en España, se desarrolló el movimiento anarquista más amplio de toda la Europa contemporánea. Un movimiento que estaría unido indisolublemente a la historia del movimiento obrero de España. En este desarrollo del movimiento obrero español, pueden distinguirse tres hechos significativos:
1º El desarrollo de organizaciones mutualistas en el proletariado textil catalán, que ya desde 1830 luchaban por el reconocimiento del derecho de asociación y participaban en las intentonas políticas de progresistas y republicanos, y cuyo punto culminante de este proceso fue la huelga general de Barcelona en 1855.
En segundo lugar, las agitaciones agrarias en andalucia y extemadura ,cuyas reivindicaciones sociales, acabaron en sublevaciones revolucionarias haya por 1857.
Tercero: tras la introducción de las primeras teorías socialistas, llamadas utópicas, en España, tras la revolución liberal de 1868, el movimiento obrero tomó cartas en el asunto y, tras el congreso celebrado en Barcelona en 1870, un centenar de sociedades obreras se organizaron a nivel nacional con el nombre de federación regional española, integrándose éstos en la organización internacional de los trabajadores. Esta organización obrera llegó a desempeñar un papel muy importante en el sesenio revolucionario, llegando a alcanzar varios miles de afiliados y un amplio número de huelgas.
Periodico CNT 200605 (Photo credit: Wikipedia)
Ya desde esta primera etapa, el movimiento obrero se fue caracterizando como anarquista. En la polémica que desgarró a la primera internacional, entre los partidarios de Marx -de ideas autoritarias-, y los de Bakunin -de ideas anarquistas-, los españoles se decantaron ampliamente por el segundo, cuyas ideas habían penetrado en España mucho antes, de la mano del anarquista Giusepe Fanelli, y que habían ido creando una clara organización, ya muy estructurada. Todo esto creó enormes divergencias entre marxistas y bakunistas.
En 1881, la organización anarquista vivió un efímero resurgimiento legal bajo el nombre de federación de trabajadores de la región española, con una enorme expansión, hasta alcanzar los 60.000 afiliados, principalmente en Cataluña y Andalucía, movimiento este, que volvería a caer en la dispersión y la clandestinidad hasta fin de siglo.
Tras un periodo muy convulso, el anarquismo, redoblando su esfuerzo para reconstruir una organización obrera de tipo sindicalista y de filiación libertaria, funda en Barcelona, en 1907, Solidaridad Obrera, ampliada tres años más tarde a nivel nacional bajo el nombre de confederación nacional del trabajo o C N T, organización que reclama su autonomía respecto de todos los partidos y objetivos políticos y que pretende, al mismo tiempo que la defensa de los intereses de los trabajadores, la transformación revolucionaria de la sociedad capitalista y la sustitución de esta y del Estado por una federación de colectividades de producción autónomas. Este fin revolucionario de la CNT se enfrentará, desde el primer momento, con los poderes constituídos, y el arma con el que luchará esta organización serán las huelgas generales de tipo revolucionario.
Movie ticket for a theatre managed by the CNT (Photo credit: Wikipedia)
Con el conflicto bélico de principio de siglo, se abre a la vez una etapa de expansión de las organizaciones obreros, organizando éstos, tanto la UGT como la CNT, ENORMES huelgas de GRAN éxito. Ya en 1919, la poderosa CNT, con ya más de 800.000 miembros, entabla una DURA resistencia que culmina en la famosa ''huelga de la canadiense'', un apagón que INSTAURO las actuales 8 horas de trabajo y durante la cual Barcelona se quedará sin suministros eléctricos ni servicios públicos, surgiendo tras esto la violencia o pistolerismo en una guerra sin cuartel entre la patronal y la organización obrera.
Prime Minister Miguel Primo de Rivera. (Photo credit: Wikipedia)
Entre tanto, llegan a España las noticias de la Revolucion Rusa, que despierta enormes esperanzas entre anarquistas y socialistas, de ver hecho realidad el sueño de una sociedad colectivizada, libre e igualitaria. Un hecho que supone una enorme oleada de huelgas sin precedentes en Andalucía, conocido como el trienio bolchevique. Este periodo terminará con el golpe de estado del capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, y con cierto agotamiento al llamamiento a la huega, debido al enorme desgaste de las luchas de años anteriores ...
Conclusiones: el objetivo real de la huelga es IR MUCHO MAS ALLA que la paralización de la economía y la actividad laboral de un país por un día, MUCHO MAS ALLA de la manifestación, y FORZAR con ello un cambio social radical REAL, una auténtica transformación de la sociedad, las políticas, el modelo económico, etc...
En su auténtico contexto, el fin de una huelga es llevar a esta sociedad o sistema a una parálisis social y económica que FUERCE ese cambio, como provocaron las huelgas indefinidas de los mineros en la revolución de Asturias. Es, pues, el compromiso añadido de los movimientos sociales que provoquen las huelgas, los que definirán y forzarán los cambios que el proletariado, trabajador o gran parte de la ciudadania reclame.
Pero ¿cual es la situación real actual?...
Movil (Photo credit: Edur8)
La situación real es que la sociedad actual, desde hace ya mucho, DEMASIADO, está claudicada a la moral burguesa, entendiendo esta moral como 'ideología' materialista e individualista.
Por lo tanto, los pasos que darán todos los elementos de la misma, entendiendo e incluyendo en estos elementos a los sindicatos mayoritarios, los políticos parlamentarios y el grueso de la mayoría de la ciudadanía, serán tan tibios como, por ejemplo, lo son estas huelgas tipo festivas de un sólo día y que no afectan lo más mínimo a las decisiones políticas, como llevamos comprobando durante años, y que en el fondo no son ni huelgas, sino ridículas sombras chinescas de los auténticos elementos de la revolución social, como lo es, la huelga.