Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio
quise quemarla deprisa jugando con fuego
y me abrasé defendiendo mi propio criterio
porque vivir era más que unas reglas en juego".
"Me va la vida en ello", Luís Eduardo Aute.
El rock y sus múltiples variantes es mi género musical preferido, pero por encima de todo significa, personalmente, una manera de vivir, de actuar, de decidir, de pensar y, en definitiva, una actitud ante la vida.
Una actitud que pocos comparten, pues no es el camino fácil. Ya sabemos que para los momentos divertidos, es muy molón tener una actitud rock, pero en los momentos claves de la vida, todo el mundo abandona o comete incoherencias y se abona a la invasiva "cultura pop", aquella que todo lo vende y que todo ser humano parece que acaba comprando.
La música es, en realidad, una metáfora de mi manera de andar por la vida. Así, por más abonado que esté a este estilo "rock", siempre estoy abierto a probar otros, pero cerrado totalmente a todo lo que me "suene" a falso, manipulado, o que esté catalogado de 'normal' solo por el hecho de que una mayoría lo haga o porque un mandamás lo diga. Esta es también una base importante de mi andar por la vida.
Born to Run (song) (Photo credit: Wikipedia)
El rock ha sido una forma gratificante de huír de un mundo insoportable, lleno de humanas hipocresías, asquerosas ambiciones y vergonzosos comportamientos. Esta huída constante -"Born to run", que decía Bruce-, marca también cada minuto de mi existencia.
Vivo para disfrutar, para que mi sangre hierva, pero siempre huyendo de todos aquellos que solo quieren chupar tu sangre y tu tiempo - siendo este segundo factor el más importante-
No creo en nada -ni a casi nadie-, y vivo para disfrutar de lo que a mi me gusta, y no de lo que se supone tiene que gustarte: digan lo que digan, la devoción siempre debe ir antes de la obligación: está más que comprobado que el trabajo, entendido en la acepción más áspera de su significado y significante, no tan solo no dignifica, sino que es indecente, y más en tiempos en los que corren, en los que se supone que tienes que estar contento por ser explotado, con tal de no formar parte de ese grueso de la población que está en el paro.
Las únicas ansias son las de sentirme activo, vivo y en vivo... y ser yo mismo, sin falsearme. No hay nada que puedan amar más de uno que quien eres realmente, y aunque lo que está de moda en las malditas redes sociales es acumular fans y amigos que aman tu fachada social y tus disfraces, yo prefiero una sola alma que me valore por lo que realmente soy. Claro está que todo esto conlleva un sello personal único e intransferible, una manera de sentir, de relacionarme, de ser y de estar. UNA ACTITUD ROCK ANTE UNA VIDA DEMASIADO POP.
Rock Star (Photo credit: Rogueamph)
Absténganse de leer esta nueva serie de editoriales todos aquellos que ya les va bien ir haciendo lo que toca hacer, los que tan solo sobreviven y quieren quedar bien con todo el mundo. No tan sólo pretendo convencerles de nada, sino que ni tan siquiera hace falta que lean estas líneas. Detesto a todos los que creen que están haciendo cosas importantes y no están haciendo nada más que lo que alguien dijo, algún día, que estaba bien hacer con tu propia vida. Quien lo dijo, no lo duden, buscaba el beneficio propio, y esa no es la intención.
Esta es una nueva sección para todos aquellos que quieran aprender, cambiar, preguntarse, dudar, salir de la hiipocresía generalizada, reducir el margen de error, dignificarse a través de su propia vida personal y no de la existencia que ya nos han preparado, con manual y libro gordo de petete incluídos, con todos los mapas tele-dirigidos y todas las cartas de la vida marcadas.
Sigan esta sección todos AQUELLOS QUE SE SIENTAN HIJOS DEL ROCK AND ROLL, o estén abiertos a nuevas formas de vivir (que es posible aunque las bombas sean constantes y la intoxicación agobiante). El resto, pueden seguir en su guarida.