Negar la inmortalidad del alma, como proponía Epicuro, conlleva el sacrificio de la misma, en el sentido que esa deja de existir como tal en la culminación de todo proceso de vida.
Un sacrificio del alma que en este caso la banda comandada por el guitarrista Carlos Santana lleva al extremo, en beneficio de la música que resulta de tal inolvidable experiencia; dando lugar a un inspirado tema instrumental donde cada miembro de la banda tiene su momento de lucimiento y de sacrificio personal fundiendo alma con música.
La versión presentada aquí fue interpretada en el legendario y multitudinario festival de Woodstock de 1969 (punto culminante de toda aquella generación hippie de la "droga, paz y amor").
Del mencionado festival se extrajo el primer film que se grabó sobre un evento musical, tuvo gran exito y a partir de entonces ya vinieron otros festivales que tambien fueron filmados, editados y pasados por los cines de todo el mundo como si de una pelicula se tratara, a modo de documental que dejara constancia de eventos historicos para la musica. En Woodstock tocaron gente como Jimi Hendrix, The Who, Ten Years After, Joe Cocker, Sly and the Family Stone y otros desconocidos en aquel momento como Santana, que tocaron sin haber editado disco alguno y que consiguieron un gran exito a raiz de su aparicion en el festival y especialmente por ese tema que quedó grabado en la memoria de muchos de los allí presentes.