Un psicótico y genial Wilko Johnson nos lleva, a guitarrazos de R&B fiera, por la saga del grupo que devolvió el roll al rock. Temple cincela su epopeya: de Canvey Island a la conquista mundial, con olor de nicotina y fogonazos de blues-punk del Delta.
El punk fue una seta, pero incluso las setas necesitan subsuelo. En un mundo 70’s de artistas presuntuosos y música pelma alguien tuvo que allanar el terreno para los chicos de los imperdibles. Ese eslabón perdido fue el pub-rock, y sus emperadores los majestuosos Dr. Feelgood.
En Oil City Confidential, un aún psicótico pero lúcido Wilko Johnson (el espasmódico guitarra de su época crucial) nos lleva, a guitarrazos geométricos de R&B fiera, por la historia del grupo que devolvió el roll al rock. De las refinerías de Canvey Island a la conquista mundial desde-el-pub, subidos en un meteorito de nicotina y blues-punk del Delta, agarrados de la cintura de su carismático frontman Lee Brilleaux, acompañamos a testigos de primera del Doctor a lo largo de la historia.
Temple, casi un miembro más, fusiona películas de gángsters de los 50’s (Brighton Rock, The Criminal) a la biografía, recalcando aún más si cabe la condición de outsiders peligrosos de la banda. Lo que queda, al final, es el thriller de un grupo mítico y el bonito (si bien alcoholizado) cadáver que dejó. Imprescindible para amantes del rock’n’roll espitado y, no haría falta decirlo, del propio Temple.
Por cortesía de: Cadiz Music
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