Vuelve la obra "JuanCállate" de la Cia Pez en Raya a Barcelona, en el Teatre Aquitania, y además lo hace con la opción a taquilla inversa. Esto es: tú solo tienes que ver la función y después pagar el precio que quieras conforme lo que te haya gustado. Un gustazo. ¡No os lo perdais!
La Cia Pez en Raya vuelve con un solo de Joan Estrade (a quien también hemos entrevistado) en homenaje a Houdini, un espectáculo que habla de magia con su particular humor absurdo sello de la casa. Esta vez, y a diferencia de la mayoría de las piezas de la compañía, con la implicación especial del público que se integra rápidamente en el espectáculo.
Y es que Joan Estrade tiene carretera y kilómetros escénicos como para darle humor a cualquier cosa que pase durante la hora que dura la propuesta. Joan lo disfruta y le encanta el contacto con la platea, y eso se nota. La propuesta es arriesgada, hay que tener valor para presentar una pieza realmente tirada para adelante, en el perpetuo proscenio. Y es ahí donde debe estar, ¿qué sería de un “mago” sin su público? Y la resolición es magnífica… ¡Qué tablas tiene este hombre!
Lo que consiguen con todo esto, y hablo en plural porque Cristina Medina sigue en la dirección, es que el público esté atento en todo momento. Y eso, provoca una tensión nerviosa que se envuelve en risa, ya que Joan no da tregua a la relajación. Él actúa, pero el público tiene que dar. Ya lo avisa al inicio con su explicación del “tiqui, taca”. Dudo que hubiera ni un solo bostezo en la sala.
Particularmente gamberras e interesantes son algunas de las acciones, muy relacionada con la escenografía, que no puedo narrar aquí, ya que arruinaríamos la sorpresa, cosa con la que siempre juega Pez en Raya. Lo que sí me permito decir es que, pese a ser una escenografía meramente útil, como siempre la puesta en escena posee un gusto y una estética que ilumina.
Eso sí, no esperemos una trama. Porque aquí solo nos explican el oficio del mago en clave de humor, con la narrativa de la vida de Houdini y todas aquellas pequeñas “chorradas” (bien entendidas como dice Joan) que tanto les gustan a ellos y que tanto nos hacen reír.
Así que gracias Pez en Raya. Por el absurdo y la “tontería”, por el desafío y la osadía, por hacer sentir miedo y risa a la vez, por hacernos protagonistas con nuestras propias risas y eneñarnos también a reírnos de nosotros mismos, por seguir haciendo del humor un modo de vida.
PD: El ratón sigue vivo.