Weeds (season 6) (Photo credit: Wikipedia)
- Este jueves, 25 de junio, Movistar Series incorporará a su extensísimo y brillante catálogo otra serie que hizo época en la edad dorada de las series de televisión: Weeds.
- Las 8 temporadas de las que se compone, disponibles desde mañana por la mañana.
Son 8 temporadas irregulares pero siempre con un algo especial que intentamos explicar a los lectores que no la hayan podido disfrutar aún, y como recordatorio/homenaje para aquellos que han sido fieles a esta producción de Showtime.
"Weeds" constituye una serie fresca y alegre pero que esconde mucho, como sus protagonistas, mucho que reflexionar y matizar en una sociedad globalizada y en la que todo se da por supuesto, y todo tiene su etiqueta buena o mala, según conceptos pre-establecidos por no se sabe muy bien quien. Weeds matiza todo y nos da, para empezar, un cambio en la visión que tenemos del típico "camello" que pasa drogas. Este es solo el ejemplo principal de una serie que rompe los moldes que la sociedad da por supuestos y nos ha hecho creer casi obligatorios.
Siempre pensamos en el "drug dealer" como aquel pobre desgraciado que es fruto de la marginación social. Es, pues, muy recomendable para los que, como yo, pensaban en el "camello" tipo o que nunca se habían planteado la cuestión. Información y conocimiento sobre la sociedad son elementos fundamentales para saber REALMENTE en qué mundo vivimos, y esta serie lo ofrece, todo bajo el prisma de los psicotrópicos pero es tan sólo una excusa para desmantelar otros clichés establecidos.
"Weeds" nos muestra como protagonista a una mujer viuda que, para mantener el tren de vida que lleva, que tampoco es que sea exagerado, se ve "obligada" a traficar con drogas... marihuana. ¿Hasta qué punto es lícito? Creo que es fundamental la creación de un vínculo o la simpatía que se desarrolla a lo largo de la primera temporada con el personaje principal que no nos hace cuestionarnos la moral o la ética de su actividad. Sin embargo, en una reflexión posterior, ¿Cómo es posible que le tengamos simpatía a un "camello"?
La verdad es que la serie trata de desenmascarar aquellas conductas que tenemos todos y que socialmente no están bien vistas. Intenta mostrar o por lo menos poner sobre la mesa que, ante la aparente similitud de las personas, todos, TODOS, tenemos conductas que, de decirse, estarían mal vistas o nos tomarían por locos o desgraciados. O marginarnos y discriminarnos, otra de nuestras especialidades como personas "humanas" que somos.
Weeds (season 1) (Photo credit: Wikipedia)
En este caso también toman el tema de la droga como punto de partida pero es extrapolable a cualquier cosa. Nosotros somos a la vez parte activa de lo que ocultamos, y guardianes de la moral, pero no nos damos cuenta de que si todos hacemos ver que no hacemos lo que sí hacemos y que sabemos positivamente que otros también hacen, en realidad nunca se descubrirá el pastel y no podremos ser libres. Esto demuestra también la estupidez de nuestra raza humana, concepto con el que también juega esta inspirada producción en la que no es fácil entrar, pero que si la "pillas" (se trata de eso, de pillarla), te dará réditos considerables a distintos niveles.
De todos modos, al sistema ya le interesan este tipo de claroscuros porque, de este modo, nos tienen a todos collados y sin poder movernos ya que nadie abre la boca porque todo el mundo tiene trapos sucios. Mejor nos callamos no sea caso que nos descubran.
Siendo realistas, no es una serie espectacular pero ofrece una óptica interesante y sobretodo, diferente. Es una forma de entretenimiento que no puede hacer daño a nadie ya que se plantean unas reflexiones que, de otro modo, no se hubieran planteado.
Por supuesto, es la mía una opinión de persona que poco contacto con el mundo de la droga ha tenido o que no ha ahondado, todavía, en dicho mundo, por lo tanto la visión que me ha aportado la serie es interesante. Y esto, lo puedo traspasar al resto de argumentos escondidos pero rompedores que ofrece. Y así podríamos resumir sus intenciones: ponerle matices y unos ojos nuevos a todo aquello que nos rodea, o acaso nos surge.
Y vemos que, en la aparente tranquilidad de un barrio residencial, nada es lo que parece y que los personajes tienen absolutamente la misma conducta que hasta el más vulgar de los humanos, aunque a la luz del día, parece que todos sean correctísimos. No te sientas tan raro o tan mal, porque si estás sintiendo algo que crees que nadie siente, si estás haciendo algo que no ves a nadie hacer, quizás hay otros escondiéndolo como tú también haces.
Es una buena apuesta para las noches entre semana, permite una desconexión y unas sonrisas, pero ojo que eso solo en apariencia, pues en ningún caso están vacías ni son gratuítas. Se demanda paciencia y se ofertan muy buenos resultados.