Culturaencadena.com, medio de comunicación invitado al Festival de Sitges
“After yang” pasó por el festival de Sitges un día antes de que se pudiera disfrutar en Amazon Prime Video. Cosas de las plataformas, el cine ya no es lo que era antes, con sus cosas buenas y sus malas.
En lo positivo, que la película de Kogonada con un Colin Farrell como nunca hemos visto, llegará a mucha más gente.
En lo negativo, que tanta sensibilidad y esa banda sonora de Aska Matsumiya merecen ser disfrutados en una pantalla grande.
Aquí nos encontramos con una familia que ve como su robot particular, al que como nombre han puesto Yang, deja de funcionar de repente. Un robot con forma totalmente humana, con personalidad propia, que tiene un vínculo muy profundo con la hija de la pareja protagonista. Es en el hecho de que deje de funcionar, donde la hija nota que se queda sin una parte vital de su vida. Hay que tener en cuenta que una de las funciones del robot, era cuidar de la hija y crear con ella una relación similar a la amistad.
El padre, al que da vida Colin Farrell intentará que Yang vuelva a funcionar, pero en la búsqueda de una solución, empezará a entender/conocer todo lo que Yang podía sentir/recordar. Los recuerdos, las emociones y el duelo por perder a un ser querido, aunque se trate de un robot, son el motor de “After Yang”. Que siempre se mantiene en un nivel tranquilo, sin estridencias. Con decir que lo más “emocionante” sucede al principio, con un concurso… Concurso que demuestra de manera realista, la “necesidad” de parecer, de ser, ya no a nivel individual sino colectivo.
Y si quieren una recomendación más: después de verla, vayan a su plataforma de música en streaming favorita, y descarguen su banda sonora. Es de esas músicas con vida propia, un personaje más de la película, a la que ojalá el paso por una plataforma no haga que la gente la devore sin prestarle la atención que se merece.