ESPECIAL CULTURAENCADENA.COM MEDIO INVITADO AL FESTIVAL DE SITGES 2019
Hace años Demi Moore era la reina de Hollywood, películas como “Una proposición indecente”, “Acoso” y “Striptease” hacían de ella la actriz más valorada de la industria cinematográfica en ese momento. Todo eso queda en el recuerdo de una generación que devoraba cine comprando las entradas en taquilla. Que no sabía todo de una película gracias a las redes sociales. Nostalgia, la bendita nostalgia…
Quizás por la nostalgia de lo que un día fue la señora Moore, uno compra la entrada para “Corporate Animals” siendo muy consciente de que ya no son los 90 y que Moore no tiene porque inundar la escena como hacía en esa época.
Y la verdad es que “Corporate Animals” de Michael Yezersky le brinda a la Moore un papel perfecto. El de presidenta de una empresa, tirana, aprovechada que se lleva a sus trabajadores a un finde para reforzar lazos y hacer más creativos a sus trabajadores. Así que nada mejor que deportes de aventura, aún sin aceptar los sabios consejos de un Ed Helms (que grande estaba este hombre en la primera entrega de “Resacón en las Vegas”).
Total, que todos acaban encerrados en una cueva y con un cadáver (ya averiguaran de quien). Bebiendo de la idea de de “Viven” los protagonistas deberán entrar en conflictos morales sobre comerse o no comerse el cadáver. Pero la verdad ¿es eso lo importante de la película?. En absoluto, aquí lo importante son las críticas despiadadas al funcionamiento de las empresas a nivel relaciones jefes-empleados. El tema del acoso sexual no es que se pase por encima, es que se pisa con total descaro aprovechando el eco que todavía resuena del caso Weinstein. Y la burla a la tendencia actual de potenciar el equipo también son evidentes.
A la película le falta brutalidad en los diálogos. Quitando lo de Weinstein y una referencia a un clásico del cine no hay más momentos top. Bueno, tenemos una pierna que canta por Britney Spears, eso mola, pero poco más.
“Corporate Animals” se queda a unos cuantos escalones de ser una comedía gamberra de las que marcan época. Quizás tampoco es la intención de los creadores de la misma. Quizás con ofrecer menos de 90 minutos de comedia sin ínfulas de obra maestra ya tienen bastante. Si esa es la idea pues perfecto. Objetivo cumplido.