"El hombre invisible" de la productora Blumhouse y dirigida por Leigh Wannell ha llegado a la gran pantalla. De entrada vamos a dejar una cosa clara. Aquí, al igual que la versión de "La Momia" del año 2017, protagonizada por Tom Cruise y dirigida por Alex Kurtzman, no volvemos a tiempos clásicos. Se revistan monstruos tradicionales pero llevados a tiempos actuales. Por dicho motivo, "El hombre invisible" está ambientada en la actualidad.
Sus primeros 5 minutos, y de lo mejor de la película, nos dejan ver a su protagonista Cecilia (a la que da vida Elisabeth Moss) huyendo de una relación que la tiene atrapada. Es evidente que su pareja, Adrian, encarna al típico hombre posesivo que va destruyendo la confianza y personalidad de su pareja. Representativo de las relaciones de pareja destructivas incluyendo los malos tratos y humillaciones psicológicas, degradación de otro ser humano con la finalidad de obtener el poder sobre ella. Tras ese arranque llega lo fantástico, lo que realmente nos ha llevado a una sala de cine.
Llega el acoso psicológico que sufre Cecilia, por la presencia que sólo ella intuye, de Adrian que se supone que está muerto. Para ayudar a que el espectador se meta en faena, Leigh Wannell usa de forma brillante los silencios, los sonidos y los planos a zonas vacías, que seguramente no lo están tanto.
El problema de la película, llega cuando lo invisible se vuelve visible. Es entonces cuando todo se lía. Es decir, nos cepillamos la tensión y llegamos a lo obvio. Y todo para desencadenar en un final, que quiere abrazar el cine negro y que a pesar de que lo consigue, no tiene mucha relación con lo que estábamos viendo. Lo de mezclar géneros no era aquí lo correcto.
De todas formas, una vez se encienden las luces en la sala, queda la sensación que Elisabet Moss se ha tomado muy en serio su papel, dotándolo de matices que la hacen convincente en sus momentos de rozar la locura. Y queda claro que Leigh Wannell cumple en su propósito, dejando mejor sabor de boca que lo que nos dejó Kurtzman con "La Momia". Tal vez es hora de que Wannell aspire a proyectos mayores!!!
