Culturaencadena.com, medio de comunicación invitado al REC Festival Internacional
“Les dues nits d’ahir” hacía acto de presencia en el REC Tarragona del 2020. El viaje/misión de tres jóvenes a los que dan vida Judit Cortina, Arnau Comas i Oriol Llobet, prometía durante una hora y media visitar emociones.
Partiendo de la idea de “secuestrar” las cenizas de un amigo fallecido, para depositarlas en otro sitio, como ceremonia de despedida, asistimos a una película que va hacía la deriva, al igual que sus protagonistas. Los directores de “Les dues nits d’ahir”, Pau Cruanyes Garell i Gerard Vidal Barrena, ya hablaban en la presentación de la película, de una cierta improvisación y creo que juega un poco en su contra. Buscan realidad, pero esa realidad no consigue la empatía del espectador. Que durante gran parte del metraje, está esperando que pase algo, que haga explotar todo y llevarlo hacía un lado salvaje o hacia un lado redentor. Y finalmente, aunque hay algo de redención/aceptación, lo cierto es que el camino hacía las mismas no tiene el pulso necesario.
No se critica la película, ni mucho menos. Quien estas líneas escribe, tiene claro que para criticar algo, hay que haber intentado hacer justo lo que se está criticando. Pero en este mundo, eso es imposbiel. Simplemente hay la sensación de que durante gran parte de la película, no se consigue que el interés del espectador sea alimentado correctamente. Faltaba algo, una chispa, quizás una brújula. Tienes tres personajes muy ricos emocionalmente, pero van a la deriva entre lo macarra y una fragilidad que intentan ignorar con actos que no funcionan como válvula de escape.
Dicho todo esto, el viaje interior de los protagonistas está ahí. Como su ignorancia ante como gestionar ciertas emociones. Pero falta fuerza, aunque nadie espere un acto espectacular por su parte. Sólo se pide que la contención no sea tanta. Porque es precisamente esa contención, ese acercarse pero quedarse en una zona de confort, lo que juega en contra de la película.