Nicholas Cage tuvo una época dorada en Hollywood, capaz de blockbusters de acción como “Con Air”, “La Roca” o “Cara a Cara”. Y papeles mucho más del gusto de la Academia como fueron “Adaptation” o “Leaving Las Vegas”, con la que ganó el Oscar a mejor actor por la primera. En los últimos años, ha dado rienda suelta a sus personajes más surrealistas: ejemplos de ellos tenemos en películas como “Mandy” o “Willy’s Wonderland”.
Sion Sono, por su parte, ha dirigido más de 30 películas. Y más allá de los galardones que haya podido obtener, por ejemplo con “Love Exposure”, es también el responsable de joyas como “Tokyo Tribe” y “Why don’t you play in hell?”.
Tanto Cage como Sono, son viejos conocidos del festival de Sitges. Y una película que contara con los dos, no se les podía escapar. Y es así como ha llegado a esta edición del 2021 “Prisoners of the Ghostland”, por donde también se deja caer Sofia Boutella, a la que todos conocimos en un anuncio de Nike. Posteriormente, la hemos visto en películas como el remake de “La Momia” con Tom Cruise o en “Clímax” de Gaspar Noé.
Crítica de la película Prisoners of the ghostland - CEC CINE
En primer lugar, dejar claro al espectador que, por mucho que la trama pueda invitar a raudales de acción, esta película es más una especie de western con ciertos toques a lo Mad Max.
Cage es un delincuente con opción de salir de la cárcel. Para ello tiene que rescatar a la nieta de un gobernador en un plazo máximo de 5 días porque lleva un collar y otros artificios en algunas zonas de su cuerpo que explotarán si no lo consigue en ese plazo... o si causa algún tipo de daño a la nieta.
Cage está más parlanchín que en “Willy’s Wonderland” (tampoco era difícil) y, en su misión, irá conociendo a los habitantes de Ghostland. Es ese tramo el que más toques tiene de Mad Max, con un poblado apocalíptico que necesita ser liberado sin saberlo. Esa liberación y el tema de la nieta serán las tareas del protagonista, al que conoceremos como el Héroe…
Las escenas de acción de la película no abusan de la sangre ni apuestan por la espectacularidad. Cage va a lo que va, y no abandona su semblante serio mientras va acabando con los malvados.
“Prisoners of the Ghostland” tiene escenas y personajes surrealistas. A nivel visual, se nota que Sion Sono está tras las cámaras. Hay mucha belleza en algunos planos (los flashbacks del atraco, los ciudadanos con máscaras), que compensan las escenas de diálogo.
Es posible que, los que desconozcan las últimas películas de Nicholas Cage, no la abracen con los brazos abiertos. El resto, disfrutarán más. Aquí no esperamos diálogos profundos, ni monólogos donde la emoción traspasa la pantalla. Aquí hay diversión y locura.
Sion Sono no está al nivel de “Why don’t you play in hell?” y Nicholas Cage no brilla como en “Willy’s Wonderland”. Pero aún así, “Prisoners of the Ghostland” cumple con el objetivo de mantenerte entretenido frente a la pantalla y seguir disfrutando de la época cinematográfica actual del siempre y discutido actor.