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“Superdeep (Kola Superdeep)” de Arseni Sukhin se presenta como la enésima película de laboratorio donde algo ha pasado y van otros/as a investigar. En este caso se trata de un laboratorio situado a 12000 metros de profundidad en el círculo ártico. Todo esto en la década de los 80. Laboratorio soviético para más señas.
Eso le da un toque original y novedoso a la película. La recreación de esa época, tanto en el día a día como vemos en esa cena/celebración navideña, como en lo que es la estación donde está el laboratorio es bastante fiel y creíble. Así que tenemos la idea básica anteriormente contada: “algo ha pasado, vamos a investigar”. Para eso una científica llamada Anna contará con la ayuda de un grupo de militares y de algunos miembros de la propia estación.
crítica de la película - cec cine
La película bebe y mucho de clásicos como “La Cosa” y “Aliens: El Regreso”. Mucha gente comenta que bebe de la primera película, de “Alien”. Pero en mi opinión, ver a los soldados preparando las armas y entrando en unos pasillos, me recuerda muchísimo a los marines de “Aliens: El Regreso” y ya sabemos como acaban…
Dicho esto, empezamos con lo malo. Que hay donde analizar y empezamos con una pregunta ¿música mientras bajan por el ascensor que los lleva a las profundidades del laboratorio? Parece que estemos a punto de entrar en una nueva pantalla del “Doom”. Seguimos: estación rusa, militares y científicos rusos ¿y todos hablan inglés?. Con lo cual, como leí en algún sitio, parece que estás viendo una película doblada.
Algo positivo, aunque quizás “copiado”. El uso de mascarillas, lo de las esporas, recuerda mucho al juego “The Last of Us”, incluso el monstruo principal recuerda algo a uno de los que aparecen en la segunda parte de ese videojuego (gamers, seguro que sabéis a que me refiero…).
Volvamos a lo malo, los diálogos. Es insostenible todo el rollo ese de “su acento es de…”, las frases del científico de la estación, vamos que yo estoy atrapado bajo tierra, pasándolas putas y me voy a poner a soltar rollos sobre lo que quería descubrir o dejar de descubrir.
Venga, algo positivo otra vez. El monstruo se ve justo lo que se tiene que ver. Supongo que conscientes de que el presupuesto no da para muchas más historias, lo vemos pero nunca de manera que nos podamos recrear con su complejidad. Y la verdad es que se agradece, ese intuir, ese verlo casi a oscuras o con esas luces rojas. Le da un toque claustrofóbico y agobiante que quizás es lo mejor de la película.
Porque lo peor no es ese final, que quiere dejar al espectador como “¿qué habrá pasado?”. Lo peor es una escena romántica y no diré más porque madre mía… Hacerlo es privar al futuro espectador de la sorpresa y de unas carcajadas que fueron lo mejor de la película. Y si en una película de terror, las carcajadas son lo que más se agradece, pues mal vamos…