¡Disponible hasta el 21 de noviembre de 2021!
Dentro de la programación online que ofrece Filmin del “Terror Molins 2021” tenía curiosidad por “Wicked Games” de Teddy Grennan. La idea de una pareja pasándola canutas, gracias a una panda de psicópatas, siempre es de agradecer. No será, ni mucho menos, la última vez que se use un argumento como ese, para hacer una película. Y si bien el inicio de “Wicked Games” promete con ese sonido que se mete en el cerebro y alguien mal herido avanzando lentamente, la cosa no consigue ser todo lo que podría haber sido.
Si bien es cierto, que la película goza con un giro de guión, que no se veía venir, la verdad es que eso no arregla otros fallos. Y es que la película que podría haber sido algo así como la hermana pequeña de “You’re the next”, fracasa al intentar ser demasiado gamberra e innovadora. Y la verdad es que poco a poco va rompiendo las ilusiones del espectador, al que ese principio había hecho frotarse las manos.
Ya no es solo que el gamberrismo de algunas muertes peque de excesivo. Ya no es solo que el “rebobinado” inicial se malgaste de una manera tan torpe. Es que, a diferencia de otras películas del género, la muerte de los villanos te deja totalmente indiferente. Coincidirá el lector conmigo, que en toda película en la que una banda de descerebrados acose a alguien, siempre hay un villano que destaca sobre los demás. No es que le acabes teniendo simpatía, es que tiene un carisma que hace que le prestes más atención y disfrutes más su presencia en pantalla. Pues este no es el caso de “Wicked Games”. Te da absolutamente igual las motivaciones, los andares, cualquier cosa de los villanos. Ya ni celebras que vayan siendo eliminados, te da igual.
Y es que “Wicked Games” es como esas botellas de refrescos con gas. Que los primeros sorbos son geniales, pero a medida que pasan los días, en este caso minutos, se va perdiendo ese gas, esa gracia que hacía el refresco/película interesante.