Culturaencadena.com, medio de comunicación invitado al Festival #TerrorMolins 2020
Tras su paso por el festival de Sitges, “Yummy” aterrizaba en Molins de Rei. Y el espectador encantado de ello. Viendo la portada de la película dirigida por Lars Damoiseaux, uno espera encontrarse con un producto “desagradable/incómodo”. Pero es imposible tener esa sensación cuando te encuentras con una película que goza de un excelentísimo sentido del humor, mezclado perfectamente con el gore.
El punto de partida de “Yummy” es una mujer acomplejada de tener unos pechos enormes, que decide reducírselos en una clínica de cirugía estética que no parece precisamente la más moderna del lugar. A dicha operación la acompañan una madre posesiva, que también quiere hacerse unos retoques y un novio que no es precisamente alguien que inspire esa sensación de “tranquila, todo irá bien”.
Evidentemente, las cosas en la clínica se “desmadran”, disfrutando el espectador de un ramillete de personajes y situaciones tratadas como comenté anteriormente con un sentido del humor nivel 10. Y es así como asistimos a baños de sangre, a ritmo de música no precisamente de Mariah Carey. También por la pantalla se dejan ver de manera nada necesaria, pero si divertida, un ramillete de señoras de buen ver. Y ojo, también tenemos un pene, sinceramente pobre pene…
“Yummy” es totalmente consciente de que es un gran acierto y no duda en explotarlo. A pesar de un tramo final que por momentos recuerda el agobio de “El Bar”. Y consigue, a pesar de jugársela con ese tramo que abandona durante un tiempo esa comicidad, ser una película totalmente recomendable para quien busque burradas y humor.