La comparación con Bohemian Rhapsody, inevitable.
Imposible no conocer la carrera musical de Elton John. Compren cualquier recopilatorio suyo y como mínimo 5 canciones les vendrán rápido a la cabeza. Imposible no conocer la carrera musical de Queen. Compren cualquier recopilatorio suyo y como mínimo 5 canciones les vendrán rápido a la cabeza. Tras esta comparación que parece un “copiar y pegar” llegamos a un momento en el que la industria cinematográfica parece encontrar en los biopics musicales un filón por explotar. Y todos sabemos lo que pasó con “Bohemian Rapsody” y como seguramente el prestigio de Rami Maleck como actor subió como la espuma. Que si, que “Mr. Robot” le sentaba genial, pero dentro de 40 años la imagen de Maleck como Freddie Mercury seguirá imborrable.
Llega “Rocketman” y es imposible no comparar con “Bohemian Rapsody”. Las dos estrenadas en años cercanos, mismo director, vidas de leyenda en la gran pantalla… Pero dejemos que la cosecha de premios cercana saque las comparaciones que considere necesaria y centrémonos en RocketMan.
Leí que inicialmente Elton John quería que su papel fuera interpretado por Justin Timberlake. Personalmente creo que habría sido un gran error. No porque Justin Timberlake no se defienda en la gran pantalla, sino porque es demasiado conocido y la gente no dejaría de ver a un cantante haciendo de otro cantante. En su lugar un Taron Egerton, que vimos crecer con su personaje de espía en la saga Kingsman. Un Taron Egerton que sorprende con su capacidad para cantar y que refleja perfectamente el éxito, la bajada a los infiernos y resurrección del músico británico. Que no tiene problemas para las escenas de sexo y que consigue una química brutal en escena con Jamie Bell (interpretando a Bernie Taupin). Luego hablaremos de Jamie Bell. Ahora hablemos de que la película narrativamente se inicia como una especie de vista hacia atrás. En la que afortunadamente los números musicales son reflejados con una belleza brutal. Esas coreografías, como la cámara se mete en todo el fregado de la escena en la que suena “Saturday Night´s Alright (For Fighting)". Números musicales que emocionan como cuando el tema “I want love” narra de manera brutal los problemas familiares entre Elton y su padre. Y entre su padre y su madre, la mejor manera de demostrar que algunos corazones no están vivos o no les dejan vivir.
No hay un abuso de números musicales, estamos ante una película que sobrepasa las dos horas y que acaba haciéndose corta. Como espectador es fácil reír, sentir lástima en la bajada a los infiernos de Elton. Cabrearse con su arrogancia, pero perdonarle todo, porque a fin de cuentas nunca ha superado esa falta de abrazos en la infancia. Antes les he dicho que volvería a Jamie Bell. En su papel de Bernie Taupin consigue en su relación con Elton John los momentos más emocionantes de la película. Y nos regalan los dos un momento que ya pasa a la historia del cine. Suena “Your Song”, toda la sala conteniendo casi la respiración y vemos el rostro de Jamie Bell mirándole y sonriendo. En el improbable caso de que alguien no conociera la canción, se encontrará con el probable caso de automáticamente guardarla en su memoria. Y los que ya la conocieran a partir de ahora la harán recordando ese rostro.
En definitiva, “Rocketman” ocupa este 2019 el papel que “Bohemian Rapsody” tuvo en el 2018. ¿Mejor? ¿Peor?... Seguro que en su decisión también influirá lo fans que sean de una u otra leyenda musical. Pero sólo sé, que por momentos como el de “Your Song”, es por los que una película se convierte en leyenda.
