Lo que los amantes del cine con palomitas necesitaban
La película que iba a rescatar a los cines. En un 2020 que ni los guionistas de Black Mirror podían imaginar, “Tenet” de Christopher Nolan era todo lo que los amantes al cine necesitaban para recuperar el amor al cine. Pero al cine en pantalla grande, el de las palomitas, el del volumen a todo trapo y tropecientas mil pulgadas para disfrutar.
Con un presupuesto de más de 200 millones de dólares, Nolan en la dirección y un reparto por el que se dejan caer pesos pesados como Robert Pattinson y Kenneth Branagh, la apuesta/duelo con la situación que vive el cine en este 2020 era como mínimo interesante.
Más publicidad que esa, no sería necesaria para una película, pero es que además Nolan es un maestro en todo lo que a marketing/secretismo se refiere. Y desde esa famoso teaser con la palabra Tenet dando vueltas, tenía a todo el mundo ávido de nuevo contenido. Servidor se ha aguantado mucho las ganas, para llegar “virgen” al visionado de la película. Pero aún así, uno sabía que había viajes en el tiempo, secuencias visualmente brutales y una música que prometía ser la leche.
Y empiezo precisamente por eso, por la música. Porque Nolan es un director de casting genial a la hora de dirigir quien va a hacer las bandas sonoras de sus películas. ¿Fliparon ustedes con el trabajo de Hans Zimmer y James Newton Howard en la trilogía de Batman? Pues agárrense con lo que hace Ludwig Goransson, que ya desde ese inicio en la ópera te mete totalmente en la película.
Nolan parece copiar la idea de que un principio fuerte captará tu atención y así lo demostró, especialmente en “El caballero Oscuro” jugando aquí la misma carta. Sin mucho que explicar, nos hace una buena presentación del protagonista, del que no conoceremos su nombre, al que da vida John David Washington. Actor que ya dejó buen sabor de boca en “BlacKkKlansman” y al que no consigue robar las escenas alguien del peso de Robert Pattinson. John David Washington hace creíble un personaje que no acaba de entender exactamente qué está pasando y se deja llevar en este juego de espionaje/viajes en el tiempo.
Pattinson, como Neil, su ayudante, consigue que un % más de espectadores dejen de seguir pensando que simplemente es el puñetero Edward Cullen. Convincente en los momentos serios y todavía más convincente en las escenas de acción, se enfrenta a un nuevo tipo de personaje. Seguramente este sea su papel más físico hasta el momento. Pero claro, ahora está rodando “Batman” y claro… eso no es un drama de Shakespeare.
Quizás en este guión el único personaje que hace sombra al protagonista, sea Kenneth Branagh como el villano Andrei Sator. Lo primero que uno piensa tras ver su personaje egocéntrico, enamorado de una mujer a la que da vida de manera convincente Elizabeth Debicki, es que gran villano se ha perdido la saga Bond. Egocéntrico, narcisista, consciente de su destino, al cual no quiere escapar, sino abrazar a su modo. Y es ese modo contra el que lucharan los protagonistas, en unas escenas de acción que uno no deja de pensar cómo demonios se han podido rodar.
Y es que si, más o menos a mitad de película, la escena de la carretera ya te deja boquiabierto, luego tienes una pieza final que te destroza. A nivel visual, pero también a nivel de guión. Porque a Nolan le gustan demasiado los juegos y los acertijos, le gusta darte un final, pero dejarte con la duda de cómo has llegado al mismo. Le gusta dejarte alucinando con espacios temporales enfrentándose entre sí, pero que no entiendes del todo como se resuelven los mismos. Si es verdad que tras toda la tralla visual a la que nos somete, hay un cierto reposo, un descanso para asimilar y una escena final que más o menos te hace sentir que has captado la esencia. Pero lo cierto, es que es imposible ver Tenet y salir de la sala con la certeza de no haber entendido nada, pero también imposible la certeza de haber entendido lo suficiente. Así que supongo que estamos ante una película que debería degustarse en varios visionados. Como un café, primer sorbo primeras sensaciones. Y luego ir pillando matices. Eso sí, los visionados en sala grande por favor, esta no es película para ver en cualquier plataforma digital.
Además, si voy al cine y salgo con la sensación de que no he entendido la peli o simplemente no me ha gustado, no la vuelvo a ver otra vez, al menos en el cine. Si para entender una peli tengo que verla varias veces, prefiero verla tranquilamente en mi casa.
Un Saludo